Palabras medicadas

Harta. Harta de la Novalgina, el Rivotril, el Alopidol, la aspirineta, el mejoralito, el Geniol, el Refianex, el Dexalergín, el Benadryl, el Rivutrin, de que nos llenen de drogas innecesarias .Harta de las Giselles Rímolo, de los John Carter, del amor y de la alegría, de los siquiatras, los amigos y los alumnos, de la pena, de la impunidad y los voltratos. Harta de la eurosis galopante, de la razón sin sentido y del gracias pulcro, blanco y anodino. Harta de los camiones llenos de inyecciones de edulcorante para curar la epidemia de apatía (pero lo tratan de curar con algo falso, nada tiene sentido).Harta de los deseos de paz y que nadie trate de lograrla, porque creen que deseándolo sucede. Harta de los �ciudadanos� que creen que realmente esa palabra les da algún derecho. Harta de que a todo el mundo le digan que necesita una fonoaudiologa ¿por qué no podemos hablar como queremos?. Corramos la cortina, apaguemos la luz y digamos, completamente en la oscuridad: �Tomá un forro, Antonia y alucina que es un globo que lo podés llenar de caramelos, transformarlo en una piñata y esperá con ansias a que explote. Porque las cosas siempre explotan.�. Después llená una jeringa con agua fría, inyectátela y dejá que sea el remedio que no necesitás ni querés tomar. Que le tengas alergia a estar encerrada en una habitación, alergia a los síntomas de adormecimiento cerebral. Llenate el cerebelo con pasta y anfetas, disfrutá la nada. Así que vida, pasame unas gasas y pastillas, sacudite la globalización de encima, vacunate contra la sociedad, hacé una compresa de hojas de eucalipto y mandarina, deja que la circunscripción te atrape, tratá de remediar lo irremediable, mantenete despierta, pero también reposate, porque el tiempo se te esta acabando, te estas muriendo y terminando. Caput. Pip, pip, pip, pip, pip, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip.