29.1.10

A tale of another city.

En medio de esta vorágine (adoro esa palabra) de eventos y decisiones, me encuentro de golpe con un nuevo evento y una decisión que ya está tomada.
Algo que llevo esperando varios meses, y por fin está listo para empezar.
Algo que me da más mariposas en el estómago que nadie, además de una sensación de vértigo comparable a cuando pienso en mi vida dentro de 18 meses.
Porque se trata de eso en definitiva, de mi futuro.
Y tengo que completar ese horrible formulario lleno de tonterías, además de explicar por qué quiero hacerlo.
Pero las razones, las razones reales, son demasiado personales y sentimentales como para explicárselas a un burócrata al que no le importa nada de eso.

Con todos ustedes, en petit comité, las verdaderas razones:
◙ Cuando sentís que pertenecés a un lugar, no podés dejarlo ir tan fácilmente. Y más cuando sos una persona que no siente un lugar como propio desde el primer momento desde hace seis años.
◙ La comida. Por dios, la comida.
◙ Las Sumolletas. Técnicamente comida, pero merecen una categoría aparte.
◙ La historia. Mi historia.
◙ Las personitas que me hacen sonreír cada día, y a las que podré ver más de 2 veces al año.
◙ Chicomar.
◙ Vivir en una verdadera ciudad de estudiantes. No una ciudad con universidad, no. Una ciudad universitaria.
◙ Los paisajes. El clima.
◙ Alejarme de todos los malos recuerdos que tengo en esta ciudad.
◙ Estar a 900 km de mi familia y amigos. Hace que aprecie más a los primeros, y que logre alejarme de los que no me hacen bien de los segundos.
◙ Poder ser más yo. Sin condiciones históricas.
◙ Tener más opciones de futuro. Vivir más futuribles.
◙ ¿Crema de orujo? Sí, probablemente sea una razón tan válida como cualquiera. (Fdo: La Alcohólica que Hay en Mí)

Quizás me la den.
Quizás pase de verdad.
Y entonces empezarán los quebraderos de cabeza sobre matriculaciones, planes de estudio, becas, vuelos, buscar piso, firmar papeles a diestro y siniestro...
Pero eso es otra historia que contaré en su momento.

27.1.10

El tema acá está en hacer daño o no hacer daño.
En si realmente olvidé a quien tenía que olvidar.
En si esto que siento es más fuerte que las cosas que siento por otras personas.
En si quiero arriesgar la vida genial que tengo ahora.
En si me voy a perder algo por no arriesgar.

25.1.10

Extraño dormir con vos.
Y que me digas cosas que ya sé, como que debería hacer natación por lo de mi espalda, y poner voz de mosqueo y cara de enfurruñada, pero aceptar que tenés razón como con nadie más.
Pero sobre todo extraño tu voz.

18.1.10

Noches como ésta.

Todo fue improvisado.
Tomamos el camino largo, hablando de Sawyer, Faraday y Juliet, pero antes de lo pensado estábamos ahí, en el suelo, en el no-suelo, sobre esos pufs tan apalancantes.
Y alguien trajo cervezas para todos, y contaron algunos chistes malos, y cada vez estábamos más recostados sobre el puf.
Las luces cambiaban de color y sabía que estábamos hablando demasiado alto, pero daba igual y seguía analizando con M. mi relación (o no-relación) sentimental, y sí, yo tengo razón.
Las paredes eran negras y rojas y tenían burbujas y los limones nos miraban desde el fondo de las botellas vacías.
Entonces hubo un alboroto, y de repente dos personas se lanzaron a por el único sitio libre en el puf, y todo fue tan rápido que de alguna manera éramos cuatro personas en el sitio de tres, una botella se cayó y estábamos tan hundidos en el puf y en nosotros mismos que no nos dimos cuenta del escándalo.
Una chica con un tatuaje colorido en el pecho vino, y su voz era mucho más suave de lo esperado, y era simpática y graciosa y casi no le importaba que hayamos roto una botella.
Y de ahí en más todo fue cuesta arriba o cuesta abajo.
Hablando sobre habilidades especiales y bueyes perdidos más o menos, mirando los ojos brillantes de los demás (que no sé si están brillantes por mis ojos o por los suyos) y de repente estaba recostada en el puf, al lado del cuerpo de alguien al que nunca había tenido tan jodidamente cerca, y pensé en mandarle un mensaje a P. para decirle que quizás sí que tenía razón, quizás que sí y quién sabe, pero no lo hice porque sé que todo es culpa de la cerveza, de la cerveza y de este calor que hace acá dentro.
La chica de la voz suave bajó la persiana sin ruido y fue momento de irnos.
Esta vez por el camino corto, hablando demasiado alto de nuevo, pasando por pisos de Erasmus y hablando de ponerle a nuestro hijo 'Vul' si nos apellidásemos 'Cano' y entonces fotomatón.
Seis personas en un fotomatón y no entrábamos y nos clavábamos cosas que no eran nuestras y en la mayoría de los casos no eran de nadie.
Y tocamos los botones que no eran y ahora está en mi poder una foto de muchas cabezas apretujadas, la mayoría partes de cabezas, y salimos todos horribles pero felices. Lo que no sé es si nosotros estamos felices o son nuestros otros los que lo están.
Fotos modo Beatles, fotos sobre buzones, convesaciones olvidadas, cuatro intentos para chocar la mano y hablar y despedirse y hablar más y llegar a casa.
Noches como ésta merecen la pena.

17.1.10

(Y ya que empecé a hablar, ahora lo digo todo).

Cada vez que veo tu nombre en mi bandeja de entrada, mi corazón da un saltito.

15.1.10

Hace unos días te saqué de tu caja.
Revisé cada regalo, cada tontería. Leí cada papelito, cada notita, cada postal. Miré entradas de cine, tapas de botellas de agua, caracoles, regalos dentro de su paquete original, con o conxuro da queimada impreso detrás.

Toda la habitación olía a vos, a ese vos que en realidad no es olor a vos, sino olor a Marruecos.
Tengo tu manta sobre la cama, y no me había dado cuenta.

Hoy te vi.
Lo que me preocupaba era que no me saludaras, y me sorprendió que lo hicieras.

Nada de esto importa ya.
La tercera fue la vencida.

Por fin te fuiste.

12.1.10

Aguantando la respiración.

No puedo dejar de mirar esa foto.
Es Nochevieja y estás dándole un beso en la mejilla a una amiga.
Al verla fue cuando lo supe.
Me gustás.
Bueno, técnicamente me gustás desde que te "conocí".
Pero ahora es distinto. Ahora te siento como una parte mía, te escucho cuando me escribís, te veo en esa oscuridad. O bajo la lluvia.
Puede que sepas que hablo de vos o puede que no.
Puede que quieras hacer algo o puede que no.
Yo no quiero. El mundo (tu mundo, mi mundo) ya es demasiado complicado como para encima sumarle esto.
Simplemente no puedo seguir con este picor sobre el esternón, justo donde se guardan las cosas que quieren salir.

11.1.10

Encajar.

Durante un tiempo fuimos una pantera y un león enzarzados en una lucha eterna sobre una cama.
Ahora es mi muro, mi contención y mi espejo.
El que me consuela por las noches cuando otros me rompen en corazón.
Y me alegro de que siga en mi vida.

10.1.10

Mi problema es que no me gusta que las personas crean que soy una mala persona. No me gusta que piensen que soy fría, o cruel, o una mentirosa redomada.
Entonces me humillo y me arrastro intentando reconstruir relaciones que, simplemente, wasn't meant to be.
Porque no soporto hacerle daño a alguien, pero menos aún que crea que lo hago o lo hice a propósito.
Por eso las frases como "Y no te echo la culpa, tú eres como eres y yo simplemente esperaba que cambiaras o alguna estupidez semejante. La culpa es mía desde un principio por pretender cosas como esa" me duelen tanto.

Una persona que de verdad cree que no lo intenté, que me negué a mejorar las cosas, no me conoce en absoluto.
Y ya no vale la pena intentar reconstruir esa relación.
It wasn't meant to be.

4.1.10

Estoy sola.
Estoy sola y soy feliz.