10.12.12

Lista de reproducción.

Y encontré, casi un año después, las canciones de amor o desamor que me regaló sin que yo lo supiera.
Y la culpa vuelve a aparecer. La culpa que nunca me dejó realmente.

Eran preciosas y tristes.

12.11.12

Fade out.

Hasta que te conocí, no entendía por qué las parejas de las películas, después de mucho tiempo sin verse, se abrazaban en vez de besarse.
Pensaba que, después de una separación prolongada, lo primero que haría, lo lógico, lo normal, sería besar a la otra persona.
Hasta que te conocí, nunca había sentido ese deseo de tocar, de sentir al otro, de abrazarlo porque no podés creer que es real y físico.
Hasta que te conocí no supe lo que es que mi cuerpo eche de menos al tuyo.

1.11.12

He dicho.

Sé que no es fácil tener ningún tipo de relación conmigo.
Pero no voy a pasarme la vida sobrecompensando, infravalorándome y disculpándome por eso.

9.10.12

Meta.

Quiero que seas el que sepa todos mis secretos.
Quiero que seas el último de muchos.

Y ahora ese deseo está plasmado para siempre.
Puede que no funcione, que no sea así, que ese futuro no exista.
Pero no va a ser por falta de intentarlo, por falta de desear, por falta de trabajar.

27.9.12

Equipaje.

A veces, las lecturas de mi blog por parte de otra persona me llevan a releer entradas antiguas, como esta .
Y a veces da pena pensar en todas las relaciones que fueron o que pudieron ser, pero que ahora mismo no son nada o no son tanto como antes.

El amor que sentimos por ciertas personas nunca desaparece por completo. Como mucho, se difumina en el espacio.
Hay gente que nunca se va de tu corazón.

19.9.12


Tengo las uñas pintadas del mismo color que la primera vez que me acosté con vos.
Para mí siempre serás turquesa.

10.9.12

Hace unos días vi a un chico que sonreía como vos.
No esa sonrisa falsa, chandleriana, que tenés en todas las fotos.
La sonrisa real que vi muchas veces, la que tengo grabada en la memoria.

Hizo que la echara de menos un poquito.

Ulises.



Siempre estuvo ahí. Ocho años delante de mis narices.
Siempre estuve ahí. Ocho años delante de sus narices.

No nos vimos durante mucho tiempo. Tuvimos nuestras historias, cambiamos, crecimos, nos rompieron el corazón, viajamos, amamos a otras personas, nos hicimos quienes somos.
Y de repente, un verano, finalmente nos vimos.

Nos vimos pero seguíamos sin encontrarnos. Nos vimos pero nos negábamos a encontrarnos.
Nos negábamos a encontrarnos pero seguíamos buscándonos.
Bailamos llenos de espuma, nos emborrachamos, caminamos, hablamos, nos mantuvimos cerca del otro.
Y cuando el momento era el indicado, pasó.
Saltamos en camas elásticas y me acompañó a casa y hacía frío y nuestros amigos nos empujaron y pasó.

Pasó más de lo que esperábamos. Pasó más de lo que queríamos.
Pero probablemente lo que necesitábamos.

Desde el principio estuvimos en la misma página. Sentimos lo mismo, quisimos lo mismo.
No podíamos pensar en nadie más, no queríamos pensar en nadie más.

Como unos tontos, nos enamoramos a la distancia.

Esta es la realidad: nos encontramos en el momento exacto. Nos encontramos cuando ya nos habían pasado todas las cosas que hacen que nuestra relación sea justo lo que necesitamos y lo que necesita el otro. Nos encontramos cuando realmente iba a funcionar.

Y no sé él, pero yo no pienso dejar pasar lo que quiero que sea mi vida.

20.8.12

Mirar trozos de mi vida desde una ventanilla.

A veces miro hacia atrás y me pregunto si no estaría mejor sin haberme ido a Inglaterra. Sin haber terminado todo con El Novio. Viviendo a medias entre Sevilla y mi pueblo, intentando hacer algo con mi vida como todos mis compañeros de clase, participando en todos los proyectos de mis amigos. Con mis/nuestras rutinas establecidas. Celebrando los cumpleaños a la vez. Con nuestra vida en común.

No me malinterpreten: estoy bien con quien estoy, me gusta con quien estoy, me gusta quien soy ahora y donde estoy de forma personal.
Pero sería mucho más fácil no haber cambiado nada, haber aguantado con como eran las cosas, haber seguido a la corriente, haberme mantenido unida ligeramente a mi campo y a todos los que lo componen.

Supongo que la vida no tiene que ser fácil. Y que vivo donde siempre quise vivir, aunque las cirncunstancias no sean las mejores, mantengo las relaciones con mis amigos, aunque sea a la distancia, y me encontré de golpe con una relación inesperada y que me hace estúpidamente feliz, aunque no sea lo más simple.
Supongo que la vida es lo que necesitás que sea en cada momento.

1.8.12

You've got mail.

Te acaricio con palabras porque no puedo con las manos.

Te acaricio porque no entendés que me salvaste aunque no supiese que lo necesitaba, porque no entendés de cuántas maneras me llenaste que ni yo sabía que estaba vacía, porque no entendés todo lo que sos.
Te acaricio con palabras en postales, en mensajes, en mails, en privados, en tarjetas. 
Te acaricio porque quiero darte todo lo que vos me das a mí, porque quiero hacerte feliz aunque no pueda despertarme cada día con vos, porque merecés y siempre mereciste alguien que te cuide, te quiera y te proteja como vos hacés.

Te acaricio para que nunca dejes de sentir mi presencia, te acaricio porque quiero y porque te quiero, te acaricio porque todavía no entiendo cómo pudimos no encontrarnos antes.
Te acaricio porque tiene sentido hacerlo.

22.6.12

Manerismos.

Al principio me preocupaba repetir cosas de parejas anteriores.
Cosas no, maneras de ser. Me preocupaban ciertas palabras, ciertas maneras de expresar cariño, ciertas tonterías que hacía sin poder evitarlo.
Sentía que traicionaba a la persona anterior y a la actual.

Hasta que me dí cuenta que todo eso no es de una relación en particular. No son nuestros chistes privados ni nuestros gestos.
Son míos. Son las cosas que con los años fui creando y desarrollando, con cada relación, con cada persona, con cada amigo.
Son cosas que voy haciendo o diciendo siempre, que voy desparramando por ahí y que me pertenecen sólo a mí.
Y son cosas que voy a repetir siempre, sea con quien sea, porque son parte mía.

15.6.12

Deseo.

Fue sólo un reflejo en un espejo.
Una pequeña parte suya. El rectángulo de la parte de atrás de su cabeza, cuello y hombros quitándose la camiseta.
No hizo falta más. Sé lo que hay en los márgenes de ese rectángulo. Ese trocito diminuto de él desnudándose fue más que suficiente.
No es la imagen explícita. Es el recuerdo, la imaginación, la ansiedad, la espera.

6.6.12

Ex-exes.

Últimamente estuve soñando con algunos de mis ex.
Soñé que Hobbit se quería acostar conmigo, y a pesar de lo raro de la situación general (no entremos en detalles, mis sueños son bastante extraños y no quiero distraer de lo importante), lo más raro es que él me buscaba a .
Soñé que me liaba con Osezno, pero que cuando intentaba hablar con él para quedar me ignoraba. Exactamente lo mismo que pasaba en la vida real.
Soñé que intentaba hablar con Mr. Big y decirle cómo me sentía, pero tenía que competir por su atención con una chica pelirroja que no dejaba de tontear con él. Y él con ella. Terminábamos diciéndonos que nos queríamos y abrazándonos, que es lo que hacemos cada vez que nos vemos.

Me preguntaron si pensaba que mi mente me estaba intentando avisar de los problemas anteriores para que no cometa los mismos errores.
Pero creo que mi subconsciente los estaba dejando ir para que pueda empezar algo nuevo con menos fantasmas.
Son relaciones que estaban condenadas desde el principio. Son relaciones más que analizadas. Son relaciones que todos sabemos por qué salieron mal.
Estos sueños fueron el último vestigio de ellos en mí.

Y con el tiempo terminaré de purgarme de los demás.

28.5.12

Sensible.

Una se hace mayor.
Se hace mayor y empieza a plantearse si quizás es hora de empezar a usar un sujetador color carne debajo de camisetas blancas.
Si quizás va siendo hora de agregar una rimmel marrón a mi set de maquillaje.
Si ya es hora de empezar a hacer turisteo con un calzado que no lastime los pies.
Si ya debería peinarme de manera diaria.

Pero no. Todavía no, por favor.
Dejen que no sea adulta un rato más.
Dejen que siga siendo la chicamujer de pelo infinito.

15.5.12

Siento que debería decir algo de él.
Siento que es mi obligación dejar plasmado lo que tenemos, las palabras y mensajes, lo agradecida que estoy de tenerlo, los gestos, las conversaciones, nuestro futuro.
Pero llevamos tanto tiempo sin ser públicos que no encuentro las palabras exactas.
Pero llevamos tanto tiempo sin ser públicos que puede que por una vez quiera que seamos completamente privados.

8.5.12

Celos.

El problema no es ella. Ella es intercambiable: podría ser ella o podría ser otra, y el problema seguiría sin ser ella.
El problema es que ese es mi lugar.
Ese era mi lugar, pero ese sigue siendo mi lugar.
El problema no es que duerme en la misma cama en la que dormía yo con él, el problema no es que desayuna con él como solía hacer yo.
El problema es que sale con mis amigos, se ríe con mis amigos, come con mis amigos, hace fiestas con mis amigos. Con mis amigos y con él.
Y yo nunca renuncié a esa vida. Me mudé y renuncié a él, pero nunca renuncié a mi vida y a mi rutina con mis amigos y conocidos y compañeros de clase y la parte de él que nunca dejó de ser mi amigo.

De repente me encuentro con que mi lugar en sus vidas ha sido usurpado. Nuestra vida en común se ha convertido en su vida en común.
Y me duele saber que nadie me echa de menos. Me duele saber que mi hueco lo ocupa otra persona sin que nadie piense más en mí.
Porque entonces es como si nunca hubiese existido.

30.4.12

Blanco y turquesa.

Sentada en su cama blanca, viendo cómo el sol jugaba con su cara y pelo, me di cuenta de que era hermosa.
Era hermosa y estaba triste, y no había nada que yo pudiese hacer con ninguna de las dos cosas.

29.4.12

Jirones.

Los días cocinando juntos. La manera de tocar el timbre para saber que era el otro. Lo pequeños rituales de convivencia. Los mails diarios cuando no estábamos juntos. Preparar dos desayunos porque él tarda más en vestirse. Las quejas del primero que se metía en la cama, porque le tocaba calentarla. El beso en la cabecera de Big Bang. Cenar en nuestros bares y restaurantes. Decidir de repente que vamos a salir a emborracharnos a chupitos. La frase que le dijo un amigo ('Joder, macho, como te lo montas') porque su compañera de piso había hecho la comida y yo estaba haciendo tortitas. No hacer nada especial por San Valentín, simplemente estar juntos. Las semanas buscando los regalos perfectos... y terminar regalándonos lo mismo. Ver un concierto de Maga mientras él me abrazaba. La manera que me malcriaba a base de galletas rellenas de chocolate y helado y patatas con forma de corazón y filetes rusos y puré de patatas como me gusta y tortilla rellena. Que me llame Christina Hendricks (y reírme en su cara). Mi maravillosa familia política, a pesar de su manía de engordarme para Navidad. Nuestras discusiones interminables sobre música y cine y series. Dormir la siesta juntos. Ponerme celosa de actrices que les gustaba y a las que nunca conocerá, como Eva Mendes. Que me dejase dormir más de lo que quería porque estaba adorable durmiendo. Acostarnos en el sofá a ver la tele, a pesar de que el sofá no sea tan grande como para entrar los dos. Cuando nos poníamos guapos y teníamos una cita de verdad. El olor de su colonia/perfume. Como corria cuando mi autobús salía de Plaza de Armas para volver a saludarme desde el paso de cebra (y como me dolió cuando la última vez que me fui de Sevilla no lo hizo porque me di cuenta de que realmente había terminado). Caminar de la mano las noches de verano. Como me besaba la nuca cuando tenía el pelo corto. Estudiar Lengua en la cama en septiembre. Salir en busca de una farmacia y patatas fritas de madrugada en Granada. Despertarnos cada día con una canción distinta, dependiendo del ánimo y actividad del día. Ser un pack. Los motes y chistes privados. Las películas que marcaron nuestra relación. Recordar nuestra primera noche en nuestro bar, sentados en nuestro sofá, mirando el culo de Paula. Mostrarle cosas de Sevilla que él no conocía. Crear grupos de Facebook juntos. Pensar ideas audiovisuales. Llorar mientras él me abrazaba. Los dibujos de cerditos en mis apuntes. Las notas de amor en nuestras habitaciones. Los viajes a IKEA. No poder dormir sin él. Llevarle ibuprofeno y meterme en la cama a abrazarlo cuando tuvo fiebre por la muela del juicio. Como las 24 fotos de su cámara desechable son fotos mías, "para tener 24 fotos de algo bonito". Las sesiones de aftersun cada una de las veces que me quemaba la espalda. Ducharme a toda velocidad mientras él estaba sentado al lado, para poder contarle mi día en las prácticas porque no tenía tiempo y tenía que volver a salir. Las conversaciones en voz baja a la noche. Despertarnos al son de su compañero de piso/amigo cantando mientras fregaba los platos. Dejar cosas mías ahí para cuando pasaba la noche, en mi parte del cajón. Organizar fiestas y noches y cumpleaños y reuniones para él y nuestros amigos. Que me abra la puerta en calzoncillos y yo indignarme porque nunca se había asegurado de que era yo. Nuestras noches de cine y discusión post-cine mientras volvíamos a casa. Los helados de la Alameda. El yogur con frutas del bosque del McDonalds. Darnos la vuelta sincronizados mientras dormíamos. Su mechón de pelo canoso. Compartir champú, gel, pasta de dientes, cera para el pelo. Oler a él cuando lo hacía. Contarle historias. Su foto disfrazado de Curro. La manía del padre de vendérmelo porque cuando era chico era ario. Estudiar juntos. Que siempre me ayude a terminar los trabajos que dejaba para último momento. Sus "¡Tú puedes plátano!". Ver Friends, Phineas y Ferb y Bob Esponja mientras comíamos. Los besos en el ascensor. Animarnos mutuamente con clases, prácticas, trabajos y exámenes. Ayudarlo a buscar piso (sólo un poquito). Vivir juntos. Usarlo y que me use de cojín. Ver School of Rock una noche de junio/julio muy calurosa, sentada en el suelo entre sus piernas, comiendo helado. Cantar la canción durante una semana mientras bailábamos por la cocina. La manía de los mosquitos de picarlo sólo a él. Intentar evitarlo comprándole velas de citronela y fallar. Ayudarnos mutuamente a mudarnos. Acompañarnos mutuamente al médico. Comprar en el Lidl cosas orientales para hacernos. Que venga a mi piso a dormir después de salir con amigos o compañeros de clase, los días que a mí no me apetecía salir. Acostarme sobre él en esa postura que no sé cómo no era incómoda, porque debería serlo, pero no lo era. Los paseos por la Fnac. Sobornarlo para que venga de compras conmigo, diciéndole que puede elegir lo más horrible de la tienda para que yo me lo pruebe, o que me iba a ver probarme gafas de sol enormes y horribles. Que la madre me encargue que lo lleve a comprarse ropa. Abrazarlo mientras apoyaba mi cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro. Nuestras canciones de los '80, especialemente Mecano y sus maravillosas rimas. Tener mi propio albornoz y pantuflas en su piso. Escabullirnos de las fiestas para besarnos un poco. El cómic de Niña Gatito que me hizo su hermana (y que está enmarcado en mi habitación). Llamarnos Nene Pene y Nena Tetas porque lo sacamos de una novela, y reírnos de lo ridículo que era. Inventarnos historias de personajes inverosímiles, como Caradepene, que el pobre tenía una vida muy triste. Que me haga desfilar por la Pasarela Cibeles. Su manera de mirarme. A pesar de estar viviendo en su piso, ir a mi piso nuevo de noche a descolgar y doblar nuestra ropa. Las velas en la mesita de noche. El vestido que me regaló y que nunca usé si no lo iba a ver a él. Nuestros largos besos después de un fin de semana. Como su vecina asumía que vivía con él. Limpiezas conjuntas después de una fiesta. Pasárnos música, enlaces, chistes, cortos, videos. Hacerlo morirse de frío para que yo pueda hacerle fotos para una práctica. Escribirle un cuento por su cumpleaños. Descargarle cosas cuando no tenía internet. Mirar si había luz en su balcón cada vez que pasaba cerca de su piso, incluso cuando no estábamos juntos. El que siempre me diese el vaso más grande. Cocinarle cosas ricas y dulces. Ser la que se levanta a apagar el despertador y después tener que despertarlo a él. Usar el cargador del otro porque nuestros móviles eran del mismo modelo. Tener que dormir en el suelo la semana en la que la cama se rompió. Cantar a duo Atrapados en la red en un taxi. Disfrutar los fines de semana porque podíamos dormir todo lo que queríamos y después quedarnos en la cama hasta que tuviéramos tanta hambre que nos rugiesen las tripas, y después volver a la cama si queríamos. Calentarnos mutuamente en invierno, intentar alejarnos en verano, no conseguirlo.

Todo esto es lo que forma nuestra relación. ¿Es lo que formaba nuestra relación?
Entre medio están las discusiones, los malentendidos, mi necesidad de alejarme durante un tiempo, mis enfados sin sentido, mis enfados con sentido, las habladurías de amigos y "amigos", los mismos problemas una y otra vez.

Pero ahora, una vez pasado un tiempo, las cosas malas empiezan a difuminarse, y las buenas a resurgir.

Y ahora, una vez pasado un tiempo, todavía no puedo ver una foto suya y entender que ya no sea parte mía.

23.4.12

Los celos son algo curioso.

20.4.12

Waves.

De repente, y de la nada, me invade una ola de amor hacia él.
No sé de donde viene ni me importa demasiado.

Saber que existe es suficiente.
Él y lo que siento.

19.4.12

Mr. Big redux

Pasamos de ser cuerpos-imanes, atraídos irremediablemente al otro, a que me abrace con ternura mientras lloro en su cocina.
Me gusta el cambio.

Lealtad.

- Es que como estabas "enamorado" de El Novio...
- Sí, pero vos sos mi hermana


Mirmano, siempre con esa lógica aplastante y que te llega al corazón.

6.4.12

Skin turns into glue.

Es la manera que tiene de tocarme.
Como si adorara cada centímetro de mi piel. Como si de hecho tuviese ojos en los dedos y no pudiese dejar de mirarme.
Es el calor que transmite, la paz que transmite con cada caricia y cada arrumaco.
Y es la manera que tiene de, después de inspeccionar cada recoveco de mi cuerpo, decir que toda yo soy 'bonita' y hacerme sentir que soy perfecta, hecha de polvo de estrellas.

23.3.12

Es increíble lo alejada, y no sólo físicamente, que me siento de alguien que fue mi vida durante casi dos años.

19.3.12

Advice to myself

Quizás si dejase de liarme con los ex de mis amigas, dejaría de pasar el mal rato de tener que contárselo.

26.2.12

Item.

Es lo que quiero, pero a veces me olvido que ya lo tuve.
El acompasar los movimientos y los gestos al otro y parecer una sola persona; el vestirse combinados sin intentarlo, prácticamente con el mismo estilo; el saber lo que el otro está pensando y poder seguir su linea de pensamiento; el comunicarse sin hablar, sólo con un apretón o un gesto con los ojos.
El estar compenetrados, el ser una pareja como sólo el tiempo, la costumbre y la rutina pueden hacerte.

18.2.12

Libertad.

Estoy de pie, desnuda, delante de la ventana.
Fuera todo está oscuro. Veo las siluetas de los árboles y detrás las ventanas iluminadas de los vecinos.
Pero eso no importa. Lo que importa está dentro.
Ocurre entre estas cuatro paredes.

Ahí estoy yo, alumbrada por las mismas luces rojas que me acompañan cada noche desde hace años, sabiendo que esa soy yo. Ese cuerpo es mío. Esa mente es mía. Esta vida es mía.
En una habitación que no me pertenece, en una casa que no me pertenece, en un país que no me pertenece, soy yo.

Lo bueno, lo malo, los defectos y las virtudes, pero yo.
Y después de tantos años de buscarme, sienta bien encontrarse de vez en cuando.

13.2.12

The only exception.

"Tengo ganas de hablar con vos. Pasear.
Ya sabes, lo nuestro. Lo de siempre. Lo de casi nunca.
(...)
Pero no me gusta hablar por aquí de esas nimiedades contigo.
Prefiero contarte cosas verdaderamente importantes, como que el cordón de mi bota se rompió al engancharse en la escalera mecánica.
O que la última palabra del libro que me estoy leyendo es "Grace".
O que un botón de mi abrigo ha decidido separarse del resto y huir a descubrir mundo.
O que he visto una hoja que se elevaba en el aire al pasar por uno de los conductos de ventilación del metro que van a dar a la calle.
Y me ha recordado a vos.
Y a American Beauty.
Y me ha dado nostalgia no tenerte cerca.
A mi lado. Y abrazarte. Y olerte."

Te quiero.
Por cosas como esta y por tantas otras.
Te quiero.

Palimpsesto.

Quiero vaciarme.

Vaciarme de palabras, gestos, sensaciones, recuerdos, sentimientos, lugares, vos, yo, ellos.
Poder renacer, nueva, limpia, vacía, otra.
Quedarme sin nada para poder volver a empezar.

Pero nunca podés deshacerte de todo.
Siempre quedan restos, historias, personas.
Porque lo que vivimos es lo que somos.
Porque lo que vivimos es lo que se queda con nosotros, por más que intentemos cambiar y olvidar.

3.2.12

Todo lo que te gusta de mí me lo dieron otros.

3.1.12

Ansia.

Salvaje, primigenio, eléctrico.
Era sexo.
Era hambre, deseando devorarnos, insaciable, imposible separarnos.
Dedos sedientos que apenas rozan la piel pero que es como si la quemaran, metáforas vacías de novela romántica que cobran sentido de repente, al descubrir que no hay suficiente, que no tenemos suficiente, que nunca tendremos suficiente.