25.6.09

Zen.

Me sorprende lo zen que soy con este tema.
No voy a la caza de Destinos. No presiono situaciones. No me presiono ni lo presiono.
Acepto la distancia, aunque daría lo que fuera por poder teletransportarme.
Pienso en el futuro. Y da miedo lo que veo, claro que da miedo. Pero si ese futuro no fuese tal, si en dos años estoy en Madrid como siempre quise, con la persona con la que siempre quise estar, tampoco me sorprendería.
Disfruto los pocos días que tenemos, y las conversaciones sobre la nada. Y claro, todo va con mi ánimo, así que a veces me tiembla la voz y se me llenan los ojos de lágrimas cuando me dice que me quiere.
Él lo tiene todo muy claro. Y yo confío en que él lo tenga claro, porque para mí las cosas no funcionan así. No estoy acostumbrada a que funcionen así.
Y si me pierde, dice que me recupera.
Y si lo pierdo, ya no lo sé.

No quiero estar años atada a él, pero también sé que no estoy atada. Soy libre. Libre para hacer lo que quiera. Pero nunca podré hacer nada porque él sigue siendo Chicomar. Y a pesar de no estar atada lo estoy.
Aunque él no quiera.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario