15.12.08

Broken.

"¿Estás bien? ¿Puedo ayudarte en algo?"
¿Cómo explicarlo? ¿Cómo explicar este dolor, este desgarro?
Tenía varias cosas para escribir. Sobre mi fin de semana, sobre la tristeza de los domingos, sobre la soledad.
Pero de repente me encuentro con esto y ya nada importa. Yo no importo.
Sólo importa ese precioso bebé, ese ahijado mío de dos años, que hoy empieza quimioterapia.
Y esa fea palabra, Rabdomiosarcoma Embrionario, que se lo está comiendo por dentro.

¿Cómo parar de llorar?
¿Qué decirle a mi madrina, su mamá?
¿Cómo dejar de pensar en su pequeño cuerpo, que todavía no conozco, en el hospital, con quimioterapia?

Quimioterapia.

De alguna manera siento que todo esto es culpa mía. Todo es culpa mía. Por quejarme, por lamentarme de mi suerte, por ese puto miedo al cáncer, por los antecedentes malditos.
Y ahora es él, y no yo, el que lo tiene.
Cáncer. Dos años. Jano.

Mi Jano. Mi ahijado. Y no. No es justo. Nada de esto es justo.
Yo debería tener su cáncer. Yo. Me ofrezco a tenerlo. Cambienme por él. No me importan las agujas, las pruebas, la quimio, nada.
Pero cambienme por él. Porque yo puedo soportarlo, porque mi cuerpo (a pesar de todo) es más fuerte, más grande, más viejo.
No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No. No. No. No él. No Jano. No mi Jano. No mi ahijado.
No. No. No. NO NO NO NO NO NONONONONONONOnononononononononononononononononononononononononononononononoNONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONONO...

NO

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