12.3.09

Desde el techo.

A veces lo pienso y no entiendo cómo pude estar con él. Si era prepotente y creído, si no me dejaba hablar, si parecía que nunca le importaba lo que decía, si todo era una lucha.
A veces lo pienso y no entiendo cómo no estuve con él desde antes. Si me hacía sonreír y reír desde que lo veía, si dejaba de lado a sus amigos para venir a verme cuando estaba mal, si compartíamos miles de gustos, si potenciaba mi parte creadora.

Estuve con él. Con la familia problemática, con el miedo que me daba a veces el pensar en su futuro, con su incapacidad de pedir ayuda, con todos los contras inimaginables.
Lo volvería a hacer. Una y otra vez. Como en el día de la marmota.
Porque cuando nos imagino por la noche, su pierna derecha sobre mi cadera, tirándole de los pelitos de las piernas mientras hablamos del día, de la vida, del futuro, mirándonos a oscuras, susurrando o no tanto, siento que ese era el momento y el lugar.
Pertenecía ahí, con él.

2 comentarios:

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  2. En mi caso soy yo la de la pierna en su cadera :)

    Y también le tiro de los pelitos, jiji.


    :*

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