12.8.10

Siempre esperé una casualidad divina, una muestra del Destino, una señal. Un momento romántico, un beso bajo la lluvia, un "siempre supe que eras vos".
Pero quizás el amor es esto.
Compartir un litro de helado, encontrar pequeñas cosas que sabés que le van a gustar al otro, tener unos códigos propios. La rutina.

Sin flashes, sin descubrimientos extraordinarios, sin encuentros casuales que cambian tu vida. Growing to know each other y ya está. 
Y eso también está bien.

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