31.1.08

Uno de esos momentos mágicos, de película, fue cuando bajó del autobus.
Me acerqué a él diciéndole alguna chorrada para mitigar los nervios, y él, con toda la naturalidad del mundo, me agarró del culo y me besó como si llevara toda la vida haciéndolo. Nadie notó nada raro. Nadie nos miró. Para el mundo éramos una pareja más que se reencontraba, una de tantas en la estación de autobuses.
Nadie sabía que fingíamos. Que en un acuerdo tácito habíamos decidido, durante ese único fin de semana, estar juntos. Sólo un fin de semana, y después cada uno a sus vidas, a sus mundos, a sus relaciones.
A veces vuelvo atrás. Y veo ese fin de semana como el escape de la rutina, como esa posibilidad que se nos abrió en el horizonte y que hicimos bien en rechazar.
Porque no nos dio tiempo a arruinarlo. Porque siempre nos quedará esa bienvenida, ese beso en el ascensor, ese abrazo por detrás en la cocina, esa pasión y esa tristeza, esas dos noches durmiendo juntos, ese vestirse y que ya dé igual, esas horas en la cama, esa mañana acostados en el sofá y esa vuelta a casa solos, asimilando todo y deseando, por un momento, ser otros.

28.1.08

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Uy...
No sé cómo pasó.

Pero encontré a alguien que no es ni amigo mío ni amigo de mis amigos
que me hace reír
con el que discuto la razón por la que el cómic no es considerado arte sino un producto de consumo masivo
con el que paso horas hablando por teléfono
al que le cuento todo lo que me pide, aunque sean cosas que pueden no gustarle en un futuro
al que miro ahora mismo, con su fondo de libros
el que me cuenta su vida y su dolor
el que me enseñó a usar el Photoshop y el significado de "capa" con ejemplos de dibujos animados
el que me canta canciones de Les Luthiers y me ayuda a decidir qué cosas hacer antes de que se me rompan todos los huesos
el que me pone voz de naturalista de la tele para contarme la danza de cortejo de dos aves
el que va a Sala Sol y La Riviera como si fuese algo normal (y para él lo es)
el que vive casi al lado del Retiro
del que tengo miles de fotos haciendo el pavo
el que me hace dormir cada vez menos


y me gusta.






[Él y todo eso]