Una vez engañé a alguien.
A alguien al que quería.
Nunca me sentí peor, pero no pude evitarlo.
Mejor dicho, no pude evitarlo, pero nunca me sentí peor.
Volví a casa y me convencí de que nunca había pasado.
De que si no pensaba en eso, si no se lo contaba a nadie, si nunca lo mencionábamos, nunca habría sucedido.
Durante mucho tiempo funcionó. Me olvidé de lo que había hecho, de lo que habíamos hecho. Él no lo mencionaba y yo tampoco.
Pero no podía.
No podía seguir así.
Así que empecé a contarlo.
A muy muy pocas personas. Personas que no tenían relación ni conmigo, ni con él, ni con mi otro él.
Personas ajenas que sabían que era una persona horrible, pero a las que no les importaba realmente que lo fuera.
Me creí mi propia mentira.
Enterré ese recuerdo en lo más profundo.
Pero siempre consigue salir.
Hice algo de lo que siempre me voy a arrepentir, algo que sólo causó dolor y algo que habría destruído a la persona que estaba conmigo.
Ya es hora de sacarlo a la luz.
Ahora ya lo saben.
No soy de fiar.
30.12.09
29.12.09
Fact XXIII.
Tuve que hacer una lista de los chicos con los que me había liado y con los que me había acostado, porque siempre me olvidaba de alguien.
27.12.09
Naïve.
Ayer descubrí que creo que uno de los hombres de mi vida es 'The one'.
De verdad soy tan ilusa como para creer que nuestros caminos volverán a cruzarse en un futuro, cuando sea el momento adecuado, y seguiré con él para siempre.
Y lo gracioso es que no deja de entrar gente a formar parte de esa lista, y cada vez que entra alguno también creo que probablemente sea ese al que todas las adictas a las películas de amor y sus horribles finales felices esperamos.
De verdad soy tan ilusa como para creer que nuestros caminos volverán a cruzarse en un futuro, cuando sea el momento adecuado, y seguiré con él para siempre.
Y lo gracioso es que no deja de entrar gente a formar parte de esa lista, y cada vez que entra alguno también creo que probablemente sea ese al que todas las adictas a las películas de amor y sus horribles finales felices esperamos.
24.12.09
'Me time'.
Hace años, allá por el 2000, fui a ver mi primera película sola.
Nada del otro mundo, 'Los Ángeles de Charlie'. Fui al cine de cerca del negocio, en una paralela a Rivadavia. Seguro que compré algo para comer, pero me lo comí antes de que empezara la película.
Me gustó la sensación de saber que estaba sola. Que todos en esa sala le rendían cuentas a alguien, que al final de la película tendrían que comentarla y dar alguna clase de crítica, que su acompañante esperaría algo de él. Esa sensación de ser juzgada por mis gustos personales nunca me gustó (sobretodo porque lo hacen desde que soy chica), y me encantaba saber que no le debía nada a nadie. Que no tenía que hablar (la gente insiste en hablar en el cine), que no tenía que darle una valoración. Simplemente la disfrutaría.
Creo que fue por esa época cuando empecé a alquilar películas yo sola.
Una vez al mes, tenía un "día para mí".
Caminaba las dos cuadras hasta el Blockbuster de Centenera y Asamblea y me pasaba los siguientes 15 o 20 minutos eligiendo una película. No solían ser películas que vería con nadie. No era una película que podía ver con mi familia, o con una amiga. Eran pequeños guilty pleasures, películas demasiado raras (y no quería escuchar la cantinela de siempre sobre mis gustos audiovisuales) o demasiado superficiales (y no encajaban conmigo, que siempre me las dí de profunda e intelectual).
Después, antes de ponerme en la cola, compraba algo para comer. Un Toblerone, un Biznikke Nevado o un Marroc (que después cortaba en trozos con un chuchillo).
Llegaba a casa, juntaba dos sillas delante de la tele, ponía unos cojines, ponía la peli, me acostaba sobre las sillas y le daba al play.
Estoy comiendo un Biznikke Nevado que me trajo mi mamá de Argentina este verano.
10 años pasaron, dos continentes y demasiados cambios para contabilizar.
Sigo yendo sola al cine. Sigo viendo películas superficiales de las que nadie se entera.
Hoy, mientras recordaba todo esto, recordé también que una de las películas que alquilé en esa época fue 'Las Vírgenes Suicidas'. La película que marcó un antes y un después en mi gusto cinematográfico. La película que me dijo que yo quería hacer eso. La película gracias a la cual hago lo que hago.
Nada del otro mundo, 'Los Ángeles de Charlie'. Fui al cine de cerca del negocio, en una paralela a Rivadavia. Seguro que compré algo para comer, pero me lo comí antes de que empezara la película.
Me gustó la sensación de saber que estaba sola. Que todos en esa sala le rendían cuentas a alguien, que al final de la película tendrían que comentarla y dar alguna clase de crítica, que su acompañante esperaría algo de él. Esa sensación de ser juzgada por mis gustos personales nunca me gustó (sobretodo porque lo hacen desde que soy chica), y me encantaba saber que no le debía nada a nadie. Que no tenía que hablar (la gente insiste en hablar en el cine), que no tenía que darle una valoración. Simplemente la disfrutaría.
Creo que fue por esa época cuando empecé a alquilar películas yo sola.
Una vez al mes, tenía un "día para mí".
Caminaba las dos cuadras hasta el Blockbuster de Centenera y Asamblea y me pasaba los siguientes 15 o 20 minutos eligiendo una película. No solían ser películas que vería con nadie. No era una película que podía ver con mi familia, o con una amiga. Eran pequeños guilty pleasures, películas demasiado raras (y no quería escuchar la cantinela de siempre sobre mis gustos audiovisuales) o demasiado superficiales (y no encajaban conmigo, que siempre me las dí de profunda e intelectual).
Después, antes de ponerme en la cola, compraba algo para comer. Un Toblerone, un Biznikke Nevado o un Marroc (que después cortaba en trozos con un chuchillo).
Llegaba a casa, juntaba dos sillas delante de la tele, ponía unos cojines, ponía la peli, me acostaba sobre las sillas y le daba al play.
Estoy comiendo un Biznikke Nevado que me trajo mi mamá de Argentina este verano.
10 años pasaron, dos continentes y demasiados cambios para contabilizar.
Sigo yendo sola al cine. Sigo viendo películas superficiales de las que nadie se entera.
Hoy, mientras recordaba todo esto, recordé también que una de las películas que alquilé en esa época fue 'Las Vírgenes Suicidas'. La película que marcó un antes y un después en mi gusto cinematográfico. La película que me dijo que yo quería hacer eso. La película gracias a la cual hago lo que hago.
20.12.09
Volver a la casilla de salida.
Al principio algo nos frenaba.
Volver a ponerse en marcha es complicado. En este caso, para los dos.
Pero a pesar del tiempo y de las circunstancias, seguimos siendo nosotros. Nosotros a pesar de los otros.
Y los besos siguen siendo iguales, y su piel es la misma, y nada cambia demasiado a pesar de haber cambiado todo.
Fue fácil, conocido, sencillo, bueno. Mejor de lo que recordaba.
Volvimos a empezar. En otro punto, pudiendo comparar, queriéndonos desde el principio. Recordando cosas sobre la marcha.
Es bueno. Esto es bueno. Curarnos las heridas y la soledad mutuamente. Pero esta vez sabiendo cómo es todo. Dónde está el límite. Y por qué no puedo creerme que sus caricias son algo más.
Volver a ponerse en marcha es complicado. En este caso, para los dos.
Pero a pesar del tiempo y de las circunstancias, seguimos siendo nosotros. Nosotros a pesar de los otros.
Y los besos siguen siendo iguales, y su piel es la misma, y nada cambia demasiado a pesar de haber cambiado todo.
Fue fácil, conocido, sencillo, bueno. Mejor de lo que recordaba.
Volvimos a empezar. En otro punto, pudiendo comparar, queriéndonos desde el principio. Recordando cosas sobre la marcha.
Es bueno. Esto es bueno. Curarnos las heridas y la soledad mutuamente. Pero esta vez sabiendo cómo es todo. Dónde está el límite. Y por qué no puedo creerme que sus caricias son algo más.
17.12.09
Cualquier gesto, cualquier cama.
Voy a hacerlo.
Estoy dispuesta.
Estoy lista.
Necesito volver.
No va a ser tan bueno, obviamente. Puedo volver a lo regulero.
Pero es necesario para mi salud mental.
No es algo que haya decidido. Es una oportunidad que se me presentó, y que mi cuerpo no quiere rechazar.
Ya no va a ser como antes. Ya no saltaré de uno en otro, ya no buscaré cosas efímeras. Físicamente no lo necesito. Físicamente todavía dependo de él.
Pero necesito saber que vuelvo a tener el control de mi vida, que estoy avanzando hacia algo, en lugar de tejer y destejer como Penélope.
Quiero volver a ser yo.
Salvo que más estable.
Estoy dispuesta.
Estoy lista.
Necesito volver.
No va a ser tan bueno, obviamente. Puedo volver a lo regulero.
Pero es necesario para mi salud mental.
No es algo que haya decidido. Es una oportunidad que se me presentó, y que mi cuerpo no quiere rechazar.
Ya no va a ser como antes. Ya no saltaré de uno en otro, ya no buscaré cosas efímeras. Físicamente no lo necesito. Físicamente todavía dependo de él.
Pero necesito saber que vuelvo a tener el control de mi vida, que estoy avanzando hacia algo, en lugar de tejer y destejer como Penélope.
Quiero volver a ser yo.
Salvo que más estable.
14.12.09
La casa del lago.
Juro que lo intento.
O lo intenté, al menos.
Pero estoy al borde... al borde de algo grande. Algo grande en un mal sentido.
Hablo con la gente en un monólogo incesante, y entonces me doy cuenta de todo.
Voy a seguir acá como una imbécil. Porque seguí acá para una persona que no vale ni la mitad, que sólo sabe hacerme sufrir pero de la que no podía deshacerme porque alguien me inculcó la idea de que el Destino existía, de que si teníamos que estar juntos íbamos a estar juntos, y claro, no quería que el Destino me encontrase siendo feliz con otro.
Entonces me cerraba. No del todo, no.
Llegaba alguien, me enamoraba y le daba mi corazón. Casi todo mi corazón. Reservaba un huequito para él. Conservaba ahí su recuerdo, su memoria, nuestros besos. Cuando todo iba mal alimentaba ese recuerdo, lo alimentaba a él.
Entonces cuando esa persona se iba porque se hartaba, podía volver a él, echarme en sus brazos y decirle "te esperé", porque en realidad era así.
Quería a los otros, pero también lo quería a él. Podía arrinconarlo en un hueco pequeño durante mucho tiempo, pero siempre fallaba algo en mi vida real y recurría a él.
Entonces pasó algo.
Una de las personas que se suponía que era un "mientras tanto" fue más que eso. Echó raíces, me exploró y aceptó ese sitio de mi corazón al que no podía entrar. Se adueñó de todo el resto.
Me hacía sentir mil veces mejor que ese inquilino que terminó por ser indeseado. Me hacía sentir mejor porque me quería tal y como era. Porque hablábamos de futuro, porque queríamos un futuro juntos. Porque me arrullaba todas las noches.
Entonces decidí que se había acabado. Abrí ese compartimento, saqué las telarañas y liberé ese recuerdo. Ya no lo necesitaba. No iba a tener que volver a nadie porque había encontrado una persona que me hacía sentir bien y al que hacía sentir bien. Y eso era todo. Y después ya se vería.
Algo se torció.
Dejamos de hablar sobre el futuro, porque ya no quería un futuro conmigo.
Dejó de arrullarme todas las noches.
Dejamos de hablar por las mañanas.
Ya no tenía a quién volver, porque después de este tiempo me di cuenta de que el otro es sólo una espinita clavada, pero que no pertenezco a una persona que me hace más llorar que reír.
Hoy lo supe. Voy a encerrarlo a él.
Guardo en un rincón de mi corazón el olor de él recién duchado, el sabor de sus besos, un video que miro cuando me siento sola, su risa, su cara mientras sonríe.
Sé que no debería. Sé que no es saludable. Sé que no gano nada. Sé que no le gustaría.
Pero lo hago. Pero lo necesito.
Lo siento. Pero vuelvo a tener con quién comparar a todos los próximos hombres de mi vida. Y les aseguro que no va a ser fácil superarlo.
O lo intenté, al menos.
Pero estoy al borde... al borde de algo grande. Algo grande en un mal sentido.
Hablo con la gente en un monólogo incesante, y entonces me doy cuenta de todo.
Voy a seguir acá como una imbécil. Porque seguí acá para una persona que no vale ni la mitad, que sólo sabe hacerme sufrir pero de la que no podía deshacerme porque alguien me inculcó la idea de que el Destino existía, de que si teníamos que estar juntos íbamos a estar juntos, y claro, no quería que el Destino me encontrase siendo feliz con otro.
Entonces me cerraba. No del todo, no.
Llegaba alguien, me enamoraba y le daba mi corazón. Casi todo mi corazón. Reservaba un huequito para él. Conservaba ahí su recuerdo, su memoria, nuestros besos. Cuando todo iba mal alimentaba ese recuerdo, lo alimentaba a él.
Entonces cuando esa persona se iba porque se hartaba, podía volver a él, echarme en sus brazos y decirle "te esperé", porque en realidad era así.
Quería a los otros, pero también lo quería a él. Podía arrinconarlo en un hueco pequeño durante mucho tiempo, pero siempre fallaba algo en mi vida real y recurría a él.
Entonces pasó algo.
Una de las personas que se suponía que era un "mientras tanto" fue más que eso. Echó raíces, me exploró y aceptó ese sitio de mi corazón al que no podía entrar. Se adueñó de todo el resto.
Me hacía sentir mil veces mejor que ese inquilino que terminó por ser indeseado. Me hacía sentir mejor porque me quería tal y como era. Porque hablábamos de futuro, porque queríamos un futuro juntos. Porque me arrullaba todas las noches.
Entonces decidí que se había acabado. Abrí ese compartimento, saqué las telarañas y liberé ese recuerdo. Ya no lo necesitaba. No iba a tener que volver a nadie porque había encontrado una persona que me hacía sentir bien y al que hacía sentir bien. Y eso era todo. Y después ya se vería.
Algo se torció.
Dejamos de hablar sobre el futuro, porque ya no quería un futuro conmigo.
Dejó de arrullarme todas las noches.
Dejamos de hablar por las mañanas.
Ya no tenía a quién volver, porque después de este tiempo me di cuenta de que el otro es sólo una espinita clavada, pero que no pertenezco a una persona que me hace más llorar que reír.
Hoy lo supe. Voy a encerrarlo a él.
Guardo en un rincón de mi corazón el olor de él recién duchado, el sabor de sus besos, un video que miro cuando me siento sola, su risa, su cara mientras sonríe.
Sé que no debería. Sé que no es saludable. Sé que no gano nada. Sé que no le gustaría.
Pero lo hago. Pero lo necesito.
Lo siento. Pero vuelvo a tener con quién comparar a todos los próximos hombres de mi vida. Y les aseguro que no va a ser fácil superarlo.
4.12.09
3.12.09
Four years later...
Durante unos momentos, me miró cómo lo hacía antes, cuando estábamos desnudos y me quería aunque no quisiese hacerlo.
Después volvimos al presente.
Y el presente no está tan mal.
Después volvimos al presente.
Y el presente no está tan mal.
30.11.09
A veces, no entiendo nada.
Mi abuela está ingresada en el hospital de Zafra.
Líquido en los pulmones e insuficiencia cardíaca.
Mi cerebro no funciona.
Personas que me leen, que no sé que me leen pero lo hacen, intentan entender lo que escribo. Intentan saber de quién hablo. A veces es complicado hasta para mí. Hablo de Chicomar, Mr. Big, Hobbit y EDM. Ocasionalmente, de Osezno.
Ellos tampoco sabe de quién hablo.
No interesa buscar culpables. No me interesa buscar culpables.
Las cosas suceden porque suceden, o porque yo dejo que sucedan (con Mr. Big, sobretodo).
Por algo los quiero. Por algo lo quiero.
No me pidas perdón porque las cosas salieron "raras". Sabía dónde me metía. Pero creo que vos no.
Autofagia.
Líquido en los pulmones e insuficiencia cardíaca.
Mi cerebro no funciona.
Personas que me leen, que no sé que me leen pero lo hacen, intentan entender lo que escribo. Intentan saber de quién hablo. A veces es complicado hasta para mí. Hablo de Chicomar, Mr. Big, Hobbit y EDM. Ocasionalmente, de Osezno.
Ellos tampoco sabe de quién hablo.
No interesa buscar culpables. No me interesa buscar culpables.
Las cosas suceden porque suceden, o porque yo dejo que sucedan (con Mr. Big, sobretodo).
Por algo los quiero. Por algo lo quiero.
No me pidas perdón porque las cosas salieron "raras". Sabía dónde me metía. Pero creo que vos no.
Autofagia.
29.11.09
"I've waited my entire life to be this miserable." - Albert Brennaman
Amar es ser desgraciado. Es darle la posibilidad a alguien de hacerte miserable.
Quiero ser desgraciada.
Quiero las incertidumbres y los llantos, las horas sin dormir y el hueco dentro del pecho.
Porque también quiero un primer beso, una mirada entre la multitud, una mano recorriendo mi espalda por las noches, un beso breve y rutinario al vernos, risas entre sábanas de colores, planes a dúo, mariposas en el estómago, verme reflejada en otros ojos, pensar en el futuro.
Quiero amar.
Quiero amor.
Quiero un amor.
Quiero ser desgraciada.
Quiero las incertidumbres y los llantos, las horas sin dormir y el hueco dentro del pecho.
Porque también quiero un primer beso, una mirada entre la multitud, una mano recorriendo mi espalda por las noches, un beso breve y rutinario al vernos, risas entre sábanas de colores, planes a dúo, mariposas en el estómago, verme reflejada en otros ojos, pensar en el futuro.
Quiero amar.
Quiero amor.
Quiero un amor.
Nocturna.
Cuando vuelvo de noche por las callejuelas de mi barrio de adopción, intento no hacer ruido.
Rebajo la energía, ralentizo mi zumbido interno, piso con cuidado, hago que mi aura brille menos.
Me mimetizo, me transformo en sombra.
Soy un árbol, una papelera, parte del ambiente nocturno.
Alejo posibles depredadores, no represento una víctima indefensa aunque lo sea.
Ya no llevo una lima en el bolso. Ya ni sé dónde está esa lima.
Pero me vuelvo invisible.
Con algo de suerte, esto será suficiente.
Rebajo la energía, ralentizo mi zumbido interno, piso con cuidado, hago que mi aura brille menos.
Me mimetizo, me transformo en sombra.
Soy un árbol, una papelera, parte del ambiente nocturno.
Alejo posibles depredadores, no represento una víctima indefensa aunque lo sea.
Ya no llevo una lima en el bolso. Ya ni sé dónde está esa lima.
Pero me vuelvo invisible.
Con algo de suerte, esto será suficiente.
24.11.09
"Voy a enseñarte palabras bonitas".
Soy el tipo de persona a la que le enseñan palabras bonitas.
Útiles no.
Palabras bonitas.
Así que enseñame bolboreta, larpeiro y larpeirada, carballo, arco da vella y trasno. El significado de luar y también luscofusco, sólo porque me hace gracia cómo se pronuncia.
Dejame que imagine un sitio dónde sólo tendría que utilizar palabras bonitas.
Nube, camino, mar, caballo, pez espada, algodón de azúcar, terrón, nogal.
El resto no lo necesito.
Útiles no.
Palabras bonitas.
Así que enseñame bolboreta, larpeiro y larpeirada, carballo, arco da vella y trasno. El significado de luar y también luscofusco, sólo porque me hace gracia cómo se pronuncia.
Dejame que imagine un sitio dónde sólo tendría que utilizar palabras bonitas.
Nube, camino, mar, caballo, pez espada, algodón de azúcar, terrón, nogal.
El resto no lo necesito.
(Gracias Doom, por el auxilio idiomático)
Te lo prohibo.
Ya te lo dije una vez, y no quiero volver a repetirlo, porque la última vez que te lo dije todo se fue bastante a la mierda. Pero voy a hacerlo si es necesario.
Don't say anything unless you mean it.
No alabes mi pelo, ni digas lo genial que es mi risa, ni que querés que quite la "carita de sopa" porque querés otra "carita", ni hables de mi "vocecita" como si fuese lo más tierno que has escuchado nunca. No me digas que soy única.
Claro que soy única.
Únicamente una tonta como yo te consentiría esto.
Porque todo eso, todas esas palabras, no son más que palabras.
Ya te lo dije una vez, y no quiero volver a repetirlo, porque la última vez que te lo dije todo se fue bastante a la mierda. Pero voy a hacerlo si es necesario.
Don't say anything unless you mean it.
No alabes mi pelo, ni digas lo genial que es mi risa, ni que querés que quite la "carita de sopa" porque querés otra "carita", ni hables de mi "vocecita" como si fuese lo más tierno que has escuchado nunca. No me digas que soy única.
Claro que soy única.
Únicamente una tonta como yo te consentiría esto.
Porque todo eso, todas esas palabras, no son más que palabras.
Persona/Personaje.
El personaje es todo drama y desenfreno.
La persona se evade a través del personaje.
Quienes hablan conmigo, hablan con la persona.
Quienes me leen, leen al personaje.
Los dos aman, los dos lloran. Pero con diferente gradación.
Sólo podés sobrevivirme si amás a la persona.
La persona se evade a través del personaje.
Quienes hablan conmigo, hablan con la persona.
Quienes me leen, leen al personaje.
Los dos aman, los dos lloran. Pero con diferente gradación.
Sólo podés sobrevivirme si amás a la persona.
21.11.09
Me arrepiento de todo lo que acabo de escribir.
No quiero darte/le más motivos para que crea que fue la decisión correcta. Mejor dicho, para que en un futuro no se arrepienta.
¿Qué por qué no lo borro?
Porque si él no leyese esto, no lo borraría.
Porque antes y después de él, estoy yo.
Porque me soy fiel.
Y porque sí que quiero que lo sepa, aunque eso refuerce su opinión y nunca jamás vuelva a mí. Tengo asumido que lo perdí.
No quiero darte/le más motivos para que crea que fue la decisión correcta. Mejor dicho, para que en un futuro no se arrepienta.
¿Qué por qué no lo borro?
Porque si él no leyese esto, no lo borraría.
Porque antes y después de él, estoy yo.
Porque me soy fiel.
Y porque sí que quiero que lo sepa, aunque eso refuerce su opinión y nunca jamás vuelva a mí. Tengo asumido que lo perdí.
Un viernes que es un domingo, guardé mi amor en una caja.
Son las 3.36 de la mañana de un viernes de noviembre.
La ventana está abierta.
Podría estar aullándole a la luna. Si hubiese.
Pero en cambio estoy acá, sentada, escribiendo, secándome las lágrimas derramadas por un hombre. Otro más.
Escribo con algo que no es de mi elección. Preferiría una pluma, un bolígrafo incluso.
Pero utilizo estas hormiguitas efímeras para poder gritarle al mundo.
No recuerdo dónde encontré un poema. Un poema que fue un grito.
Vi el pasado, vi el presente y vi el futuro en él.
Un yugoslavo tuvo que venir a contarme lo que yo había olvidado, lo que no quería ver.
Que no puedo aferrarme a algo momentáneo. Que todo lo que empezó acabó.
Que su amor nunca fue el mío, pero que decidí olvidar esa parte.
Que nunca hubo un futuro con alguien que no quiso tenerlo.
Pero esto no es sobre él.
Esto es sobre mí.
Sobre como los hombres condicionan mi existencia. Cómo me arrastro por ellos, dejando que me guíen. Cómo necesito tenerlos para sentirme completa.
Él sólo es el último de una larga cadena.
Todos se cansaron.
Todos se fueron.
Todos me dejaron.
Salvo uno.
Pero porque creía que podía salvarme, cuando yo no quería ser salvada.
No quiero. No quiero elevarme desde mi cama, limpiarme las lágrimas y seguir.
No quiero seguir.
Porque cuando creo que estoy bien, cuando creo que puedo amar de verdad, logro ahuyentarlos de nuevo.
Me doy cuenta, en una cama de sábanas blancas, que no está enamorado de mí, y que yo sí lo estoy de él. Se lo digo y no lo niega. Es así. Pero no quiero saberlo, así que no lo sé.
Hasta que un día la realidad me golpea.
Y escribo cosas que no publico, cosas como: "Cada vez me siento más desesperada, más incorrecta, más estúpida.
Nunca te dejé ir realmente. Y así nunca podrás volver. Si es que en algún momento querés hacerlo.
Viví tu vida y yo viviré la mía, y si nos volvemos a encontrar nos contaremos lo que hicimos, cómo lo hicimos, cuándo lo hicimos. Nos pondremos al día como hacen los viejos amigos.
Porque seguir así me parte el corazón. Y ninguno de los dos quiere eso."
Cosas que sé que no quiere saber pero que necesito decir.
La única culpable soy yo.
La que seguía manteniendo la esperanza.
La que creía que había algo.
No necesito más culpables en esta historia. No es lo que busco.
Esto es el reflejo de mi vida, de como una y otra vez salgo lastimada pero nunca dejo de intentarlo.
Pensaba que esta vez funcionaría. No fue así.
Sigo acá. No me voy. No corto lazos, comunicaciones, contactos. No dejo de quererte.
Pero no te busco. Reprimo los recuerdos. No hago planes.
Simplemente, sobrevivo.
La ventana está abierta.
Podría estar aullándole a la luna. Si hubiese.
Pero en cambio estoy acá, sentada, escribiendo, secándome las lágrimas derramadas por un hombre. Otro más.
Escribo con algo que no es de mi elección. Preferiría una pluma, un bolígrafo incluso.
Pero utilizo estas hormiguitas efímeras para poder gritarle al mundo.
No recuerdo dónde encontré un poema. Un poema que fue un grito.
Vi el pasado, vi el presente y vi el futuro en él.
Un yugoslavo tuvo que venir a contarme lo que yo había olvidado, lo que no quería ver.
Que no puedo aferrarme a algo momentáneo. Que todo lo que empezó acabó.
Que su amor nunca fue el mío, pero que decidí olvidar esa parte.
Que nunca hubo un futuro con alguien que no quiso tenerlo.
Pero esto no es sobre él.
Esto es sobre mí.
Sobre como los hombres condicionan mi existencia. Cómo me arrastro por ellos, dejando que me guíen. Cómo necesito tenerlos para sentirme completa.
Él sólo es el último de una larga cadena.
Todos se cansaron.
Todos se fueron.
Todos me dejaron.
Salvo uno.
Pero porque creía que podía salvarme, cuando yo no quería ser salvada.
No quiero. No quiero elevarme desde mi cama, limpiarme las lágrimas y seguir.
No quiero seguir.
Porque cuando creo que estoy bien, cuando creo que puedo amar de verdad, logro ahuyentarlos de nuevo.
Me doy cuenta, en una cama de sábanas blancas, que no está enamorado de mí, y que yo sí lo estoy de él. Se lo digo y no lo niega. Es así. Pero no quiero saberlo, así que no lo sé.
Hasta que un día la realidad me golpea.
Y escribo cosas que no publico, cosas como: "Cada vez me siento más desesperada, más incorrecta, más estúpida.
Nunca te dejé ir realmente. Y así nunca podrás volver. Si es que en algún momento querés hacerlo.
Viví tu vida y yo viviré la mía, y si nos volvemos a encontrar nos contaremos lo que hicimos, cómo lo hicimos, cuándo lo hicimos. Nos pondremos al día como hacen los viejos amigos.
Porque seguir así me parte el corazón. Y ninguno de los dos quiere eso."
Cosas que sé que no quiere saber pero que necesito decir.
La única culpable soy yo.
La que seguía manteniendo la esperanza.
La que creía que había algo.
No necesito más culpables en esta historia. No es lo que busco.
Esto es el reflejo de mi vida, de como una y otra vez salgo lastimada pero nunca dejo de intentarlo.
Pensaba que esta vez funcionaría. No fue así.
Sigo acá. No me voy. No corto lazos, comunicaciones, contactos. No dejo de quererte.
Pero no te busco. Reprimo los recuerdos. No hago planes.
Simplemente, sobrevivo.
16.11.09
Vos sos mi Tío Bueno.
Me parece increíble ver por la televisión la puerta del Ayuntamiento donde esperábamos el autobús mientras miraba las fotos de tu móvil, aterida de frío pero cálida por dentro.
Recuerdo la noche en la que creamos el pájaro-avión, yo con un portátil ajeno, metida dentro de la cama, buscando albatros y aviones. Las pocas horas de sueño. Siempre pocas horas.
Mordisqueo un trozo de emmental y me acuerdo de esa noche en la que no cené porque estaba muy ocupada hablando con vos por el móvil, y lo único que comí fue un trozo de queso. Puedo oler mi antiguo piso, mi antigua habitación, y escucharte a vos en mi oído.
A veces parece que seguís acá.
A veces, nunca me fui de tu lado.
Pero lo hice. Lo hice y seguís a la distancia, como siempre.
Salvo que ahora no te tengo. Te tengo pero no te tengo, te tengo menos que antes y no es igual.
Me muero porque me beses, por escuchar tu voz, por ducharnos juntos, porque me mires en una habitación llena de gente y darme cuenta de que estás ahí para mí, por mí.
Recuerdo la noche en la que creamos el pájaro-avión, yo con un portátil ajeno, metida dentro de la cama, buscando albatros y aviones. Las pocas horas de sueño. Siempre pocas horas.
Mordisqueo un trozo de emmental y me acuerdo de esa noche en la que no cené porque estaba muy ocupada hablando con vos por el móvil, y lo único que comí fue un trozo de queso. Puedo oler mi antiguo piso, mi antigua habitación, y escucharte a vos en mi oído.
A veces parece que seguís acá.
A veces, nunca me fui de tu lado.
Pero lo hice. Lo hice y seguís a la distancia, como siempre.
Salvo que ahora no te tengo. Te tengo pero no te tengo, te tengo menos que antes y no es igual.
Me muero porque me beses, por escuchar tu voz, por ducharnos juntos, porque me mires en una habitación llena de gente y darme cuenta de que estás ahí para mí, por mí.
11.11.09
Gracias.
Vale, fuera, te echo, a la cama!
Buenas noches
Te quiero.
Me echas a la cama? así, por las buenas? =D
Yo también te quiero
Buenas noches
(K)
(K)
Buenas noches
Te quiero.
Me echas a la cama? así, por las buenas? =D
Yo también te quiero
Buenas noches
(K)
(K)
10.11.09
Sentimientos propios en palabras ajenas.
"I'm going to defer to a customary coyness in matters of emotion and say T hasn't changed my life, but rather, the way I think about my life. Since knowing him I have seen how to help myself be a better person - he showed me where the tools are - now that's worth a thousand times more than a rescue fantasy. " Belle de Jour.
6.11.09
Home.
Puede que sea su calor.
O su olor.
Pero mi cuerpo lo busca.
El hueco del cuello, su pecho, sus piernas, sus hombros.
Y sé que no debería estar así, en su cama, abrazados, hablando en voz baja.
Pero mi cuerpo lo busca y él no me rechaza.
No me rechaza y quizás debería, por el bien de los dos.
Pero entonces nos damos cuenta de que ninguno sabe lo que hace, que simplemente nos dejamos llevar y eso no conduce a nada bueno.
Primero él se enoja, después yo lo evito, entonces él me ignora y discutimos. Removemos el pasado, un pasado que claramente no está pisado.
Y acá estoy, a las 3 de la mañana, intentando darme cuenta de por qué siento este pinchazo en el pecho, por qué me duele tanto esta situación, por qué mi cuerpo lo busca y me sigo sintiendo en casa cuando me abraza.
Porque esa casa dejó de ser mía hace mucho ya. Pero a veces es como si nunca me hubiese mudado.
O su olor.
Pero mi cuerpo lo busca.
El hueco del cuello, su pecho, sus piernas, sus hombros.
Y sé que no debería estar así, en su cama, abrazados, hablando en voz baja.
Pero mi cuerpo lo busca y él no me rechaza.
No me rechaza y quizás debería, por el bien de los dos.
Pero entonces nos damos cuenta de que ninguno sabe lo que hace, que simplemente nos dejamos llevar y eso no conduce a nada bueno.
Primero él se enoja, después yo lo evito, entonces él me ignora y discutimos. Removemos el pasado, un pasado que claramente no está pisado.
Y acá estoy, a las 3 de la mañana, intentando darme cuenta de por qué siento este pinchazo en el pecho, por qué me duele tanto esta situación, por qué mi cuerpo lo busca y me sigo sintiendo en casa cuando me abraza.
Porque esa casa dejó de ser mía hace mucho ya. Pero a veces es como si nunca me hubiese mudado.
4.11.09
Vals del desamor.
No sé qué opción me duele más:
que no me haya felicitado porque no se acordó
o
que no me haya felicitado porque decidió ignorarlo.
que no me haya felicitado porque no se acordó
o
que no me haya felicitado porque decidió ignorarlo.
2.11.09
Hechos.
Tengo ordenador en mi habitación, por primera vez en mi vida.
No ceno en el infierno, pero meriendo tarta con Leónidas.
Es increíble que estés guapo incluso con sueño, cabreado y a través de una cámara web.
Tengo un reloj de cocina sobre la cabeza. No estoy segura de que pueda dar la hora.
En 62 minutos cumplo 22 años.
No ceno en el infierno, pero meriendo tarta con Leónidas.
Es increíble que estés guapo incluso con sueño, cabreado y a través de una cámara web.
Tengo un reloj de cocina sobre la cabeza. No estoy segura de que pueda dar la hora.
En 62 minutos cumplo 22 años.
1.11.09
31.10.09
28.10.09
Wish you were here.
Leo una novela romántica. Una insulsa novela romántica que vino de regalo con una revista, y que es mi anteúltimo recurso para cuando no tengo nada que leer.
Nos voy viendo en todas las situaciones, en las conversaciones, en las sensaciones.
Rememoro una tarde en particular.
Disfruto con cada uno de los recuerdos, con cada palabra, con cada gesto.
Nunca le había importado tanto a alguien en ese sentido. Nunca se preocuparon tanto por mí.
Sigo dando un paseo por esos días.
Y de nuevo esa sensación de haber desperdiciado muchos momentos. De que si volviese el tiempo atrás haría muchas cosas de otra manera.
No me quedaría durmiendo mientras él se ducha: me ducharía con él.
No me preocuparía por el futuro: lo besaría mientras puedo.
No me iría caminando sola por el paseo marítimo: nunca me soltaría de su mano.
No lloraría: haríamos el amor.
Si mañana pudiese despertarme con él a mi lado...
Nos voy viendo en todas las situaciones, en las conversaciones, en las sensaciones.
Rememoro una tarde en particular.
Disfruto con cada uno de los recuerdos, con cada palabra, con cada gesto.
Nunca le había importado tanto a alguien en ese sentido. Nunca se preocuparon tanto por mí.
Sigo dando un paseo por esos días.
Y de nuevo esa sensación de haber desperdiciado muchos momentos. De que si volviese el tiempo atrás haría muchas cosas de otra manera.
No me quedaría durmiendo mientras él se ducha: me ducharía con él.
No me preocuparía por el futuro: lo besaría mientras puedo.
No me iría caminando sola por el paseo marítimo: nunca me soltaría de su mano.
No lloraría: haríamos el amor.
Si mañana pudiese despertarme con él a mi lado...
25.10.09
¿Cómo pude mosquearme porque me despertaste para follar?
¿Desde cuándo hago yo eso?
Ahora me reprocho los momentos perdidos, el no abrirme, el ir con cuidado.
Debería haberme soltado, debería haber terminado en el hospital, debería haber ido sin frenos, y ya veríamos qué pasaba.
Fui con cuidado, fui despacio, fui sosa, fui tonta.
Lo que daría por ir atrás en el tiempo y si tengo sueño me jodo y me jodés.
¿Desde cuándo hago yo eso?
Ahora me reprocho los momentos perdidos, el no abrirme, el ir con cuidado.
Debería haberme soltado, debería haber terminado en el hospital, debería haber ido sin frenos, y ya veríamos qué pasaba.
Fui con cuidado, fui despacio, fui sosa, fui tonta.
Lo que daría por ir atrás en el tiempo y si tengo sueño me jodo y me jodés.
22.10.09
20.10.09
Wild. (editado)
Miraba la pantalla fijamente. Podía sentir su beso, ese beso ajeno que me daban la oportunidad de ver.
Sentía la textura de los labios, la humedad de la lengua, el sabor de la saliva, el calor que desprendía, las ganas de poseerlo.
Necesito un primer beso.
Un primer beso de esos que describo como "profundo, salvaje, desesperado. Genial".
Un beso.
Sentía la textura de los labios, la humedad de la lengua, el sabor de la saliva, el calor que desprendía, las ganas de poseerlo.
Necesito un primer beso.
Un primer beso de esos que describo como "profundo, salvaje, desesperado. Genial".
Un beso.
Misconception.
Hace un par de años vino a visitarme mi mejor amigo de Argentina.
Cuando una de mis amigas lo vio dijo, limpiándose la baba, "Normal que tengas problemas con TuNovio".
Hay gente que no me conoce nada.
Cuando una de mis amigas lo vio dijo, limpiándose la baba, "Normal que tengas problemas con TuNovio".
Hay gente que no me conoce nada.
18.10.09
Hechos reales. (editado)
En la oscuridad, comiendo aceitunas robadas, hablando sobre el verano, la playa y los bikinis traicioneros.
(...)
-Este verano sólo me vio las tetas uno.
Lo extraño.
(...)
-Este verano sólo me vio las tetas uno.
Lo extraño.
15.10.09
Ruptura.
Está el que me dejó por mensaje, el que me dejó porque no quería acostarme con él, el que me mentía constantemente, el que le hacía más caso a mis amigos que a mí, el que me dejó porque estaba demasiado a gusto conmigo, el que no quiere estar conmigo porque le dan miedo los sentimientos que tiene hacia mí, el que me dejó por su carrera, el que no nos veíamos a pesar de vivir a 8 minutos, el que me hace llorar cada cuatro meses, el que me hizo ser quien no era (y eso arruinó todo), el que me dejó con una depresión de caballo.
Y eso contando sólo desde los 16 años (y sin contar a los dos últimos).
Y a pesar de todo eso, nunca lloré desconsolada en los brazos de nadie cuando me dejaron.
Supongo que siempre fui la fuerte del grupo.
Y eso contando sólo desde los 16 años (y sin contar a los dos últimos).
Y a pesar de todo eso, nunca lloré desconsolada en los brazos de nadie cuando me dejaron.
Supongo que siempre fui la fuerte del grupo.
13.10.09
Le artoc sarta esradeuc otneimacnaste.
Llega ese momento del año en el que empiezo a buscar.
Empiezo también a repasar mi vida.
Me doy cuenta de lo que perdí, y también de lo que gané.
Perdí un novio, gané una relación complicada.
Perdí algunos amigos por falta de uso, gané unos vecinos que me pasan series.
Me despedí de cuatro compañeros de piso, di la bienvenida a dos.
Me empezaron a arreglar. De a poquito, con amor, "y comencé a recuperar/algunos trozos rotos/y una parte que aún está vacía."
Viajé. Por dentro y por fuera. A Badajoz, a Salamanca, a Coruña, a Santiago. En todas partes me hicieron sentir querida.
Vi películas. Menos de las que me gustaría, pero eso pasa siempre.
Hice locuras. Locuras del estilo "en 10 horas me voy de viaje y lo acabo de decidir."
Trabajé. Trabajé como loca. Di clases, vendí libros, hice recargas de móvil y guiones, edité, grabé, hice fotos, investigué. Hice fotocopias, hice entrevistas de trabajo.
Me da miedo contar cuántas horas pasé en estaciones de autobús y en los autobuses.
Abracé. Abracé a muchas personas. Y les di besos, y les acaricié el pelo, y fuimos de la mano.
Cuidé enfermos.
Hablé por teléfono. Cientos de horas al teléfono. Miles.
Lloré. Lloré frente a una fuente, en mi cama, en un baño público de León, en varias camas ajenas, delante de múltiples pantallas. De dolor, de tristeza.
Me convertí en madrina oficial.
Me emborraché.
Hice fiestas sorpresa y recibí una fiesta sorpresa.
Hablé hasta por los codos.
Conocí gente increíble.
Aprendí algunas cosas.
Me besaron y acariciaron e hicieron el amor como nunca antes.
No tuve miedo.
Tuve miedo.
El sol salió y se escondió miles de veces. Estuve arriba y abajo de la montaña rusa.
Escribí. Un diario, un blog, un fotolog, mails, trabajos, mensajes, notitas en clase.
Me metí en un foro por primera vez (y de ahí varios de las cosas de más arriba).
Me hicieron regalos.
Leí. Libros, apuntes, fotocopias, blogs, mails, diarios viejos, notas en clase, cartas.
Viajamos en coche, todos juntos, con la música a tope. Sacudiendo las cabezas al ritmo de 'Pretty fly (For a white guy)'.
Miré las estrellas. Desde el coche, desde mi ventana, desde la playa, en el medio de la sierra, volviendo a casa mientras buscaba Casiopea.
Crecí, maduré. Pero también quise quedarme muy muy quieta para que el tiempo se olvidase de que existía y pasase de largo.
En dos semanas cumplo 22 años.
Repetiría este año otra vez. A pesar de todo.
No quiero cumplir años.
Pero tampoco quiero quedarme estancada.
Por una vez siento que el año que empieza el 3 de noviembre puede ser distinto, lleno de nuevas cosas. Porque este lo fue.
Empiezo también a repasar mi vida.
Me doy cuenta de lo que perdí, y también de lo que gané.
Perdí un novio, gané una relación complicada.
Perdí algunos amigos por falta de uso, gané unos vecinos que me pasan series.
Me despedí de cuatro compañeros de piso, di la bienvenida a dos.
Me empezaron a arreglar. De a poquito, con amor, "y comencé a recuperar/algunos trozos rotos/y una parte que aún está vacía."
Viajé. Por dentro y por fuera. A Badajoz, a Salamanca, a Coruña, a Santiago. En todas partes me hicieron sentir querida.
Vi películas. Menos de las que me gustaría, pero eso pasa siempre.
Hice locuras. Locuras del estilo "en 10 horas me voy de viaje y lo acabo de decidir."
Trabajé. Trabajé como loca. Di clases, vendí libros, hice recargas de móvil y guiones, edité, grabé, hice fotos, investigué. Hice fotocopias, hice entrevistas de trabajo.
Me da miedo contar cuántas horas pasé en estaciones de autobús y en los autobuses.
Abracé. Abracé a muchas personas. Y les di besos, y les acaricié el pelo, y fuimos de la mano.
Cuidé enfermos.
Hablé por teléfono. Cientos de horas al teléfono. Miles.
Lloré. Lloré frente a una fuente, en mi cama, en un baño público de León, en varias camas ajenas, delante de múltiples pantallas. De dolor, de tristeza.
Me convertí en madrina oficial.
Me emborraché.
Hice fiestas sorpresa y recibí una fiesta sorpresa.
Hablé hasta por los codos.
Conocí gente increíble.
Aprendí algunas cosas.
Me besaron y acariciaron e hicieron el amor como nunca antes.
No tuve miedo.
Tuve miedo.
El sol salió y se escondió miles de veces. Estuve arriba y abajo de la montaña rusa.
Escribí. Un diario, un blog, un fotolog, mails, trabajos, mensajes, notitas en clase.
Me metí en un foro por primera vez (y de ahí varios de las cosas de más arriba).
Me hicieron regalos.
Leí. Libros, apuntes, fotocopias, blogs, mails, diarios viejos, notas en clase, cartas.
Viajamos en coche, todos juntos, con la música a tope. Sacudiendo las cabezas al ritmo de 'Pretty fly (For a white guy)'.
Miré las estrellas. Desde el coche, desde mi ventana, desde la playa, en el medio de la sierra, volviendo a casa mientras buscaba Casiopea.
Crecí, maduré. Pero también quise quedarme muy muy quieta para que el tiempo se olvidase de que existía y pasase de largo.
En dos semanas cumplo 22 años.
Repetiría este año otra vez. A pesar de todo.
No quiero cumplir años.
Pero tampoco quiero quedarme estancada.
Por una vez siento que el año que empieza el 3 de noviembre puede ser distinto, lleno de nuevas cosas. Porque este lo fue.
11.10.09
9.10.09
Fact XXII.
Me siento obligada cuando un hombre gasta dinero en mí.
Por eso no me gusta que me inviten a nada.
Resabios de la mujer sumisa que todas llevamos dentro, supongo.
Por eso no me gusta que me inviten a nada.
Resabios de la mujer sumisa que todas llevamos dentro, supongo.
6.10.09
Un día, cuando era chica, sonó el teléfono mientras desayunábamos antes de irnos al colegio.
Atendió mi mamá.
Se sentó en una silla al lado del teléfono (no sé de dónde salió esa silla). Estaba la lámpara de pie encendida. Le había sacado el volúmen a la televisión.
Supe que estaba llorando, aunque no sabía por qué.
Mi tío Eduardo se había muerto esa madrugada. Tenía diabetes, había pasado la noche en coma y había muerto.
Mi tío Eduardo no era hermano de mi papá ni de mi mamá. Era un amigo de ellos de la adolescencia. Pero como no tenemos muchos tíos, siempre adoptamos a sus amigos como tales.
Era el padrino de mi hermano. Contador (o contable), tenía unos libros enormes y pesados que, como no usaba, le regaló a mi mamá para prensar flores secas.
Llegaba siempre tarde. Siempre. Ni una sola vez llegó temprano a algo. Pero cuando venía te descubría debajo de una mesa y te regalaba un vestido precioso, así que lo perdonabas por llegar tarde a tu cumpleaños.
Un día llegó a casa con una bolsa llena de chupetes de plástico, esos que se llevaban cuando yo tenía 7 u 8 años. Todavía tenemos chupetes de esos entre nuestras cosas.
Lo llamaban Turco. Nunca me quedó claro si era judío o no. Durante años vivió en un piso muy pequeño del que yo no guardo ningún recuerdo.
Un día conoció a Susan, y se mudaron a un piso enorme relativamente cerca de Plaza de Mayo. Susan tenía un hijo, Sebastián. Como ya había un Sebastián en nuestra vida, lo llamamos Sebastián Elías.
Nos quedamos a dormir varias veces en su casa. Sebastián Elías tenía una habitación con entrepiso, donde guardaba sus juguetes e historietas de Calimero. Mi tío Eduardo y él se llevaban muy bien, y tenían el mismo sentido del humor.
Había una foto de ellos dos con un calzoncillo en la cabeza en la habitación de Sebastián Elías.
Siempre sonreía. Siempre siempre. Hacía bromas que se pensaba que nosotros no entendíamos. Se disfrazaba para jugar al Trivial. Nos pinchaba con la barba al besarnos.
Todos los domingos me toca limpiar el mueble de las fotos. Lo suelo hacer en piloto automático.
Pero esta semana me fijé en una foto. Mi tío Eduardo sosteniendo a mi hermano de bebé.
Los dos sonrientes. Los dos redondos.
Entonces me di cuenta de que yo soy afortunada.
Yo lo recuerdo.
Mi hermano probablemente no. Tenía 4 o 5 años cuando murió.
Lo único que tiene suyo es esa foto y una cinta del contestador que mi mamá guardó para él.
Mi tío Eduardo, dejándonos un mensaje intrascendental, que ahora nadie se atreve a tirar.
Atendió mi mamá.
Se sentó en una silla al lado del teléfono (no sé de dónde salió esa silla). Estaba la lámpara de pie encendida. Le había sacado el volúmen a la televisión.
Supe que estaba llorando, aunque no sabía por qué.
Mi tío Eduardo se había muerto esa madrugada. Tenía diabetes, había pasado la noche en coma y había muerto.
Mi tío Eduardo no era hermano de mi papá ni de mi mamá. Era un amigo de ellos de la adolescencia. Pero como no tenemos muchos tíos, siempre adoptamos a sus amigos como tales.
Era el padrino de mi hermano. Contador (o contable), tenía unos libros enormes y pesados que, como no usaba, le regaló a mi mamá para prensar flores secas.
Llegaba siempre tarde. Siempre. Ni una sola vez llegó temprano a algo. Pero cuando venía te descubría debajo de una mesa y te regalaba un vestido precioso, así que lo perdonabas por llegar tarde a tu cumpleaños.
Un día llegó a casa con una bolsa llena de chupetes de plástico, esos que se llevaban cuando yo tenía 7 u 8 años. Todavía tenemos chupetes de esos entre nuestras cosas.
Lo llamaban Turco. Nunca me quedó claro si era judío o no. Durante años vivió en un piso muy pequeño del que yo no guardo ningún recuerdo.
Un día conoció a Susan, y se mudaron a un piso enorme relativamente cerca de Plaza de Mayo. Susan tenía un hijo, Sebastián. Como ya había un Sebastián en nuestra vida, lo llamamos Sebastián Elías.
Nos quedamos a dormir varias veces en su casa. Sebastián Elías tenía una habitación con entrepiso, donde guardaba sus juguetes e historietas de Calimero. Mi tío Eduardo y él se llevaban muy bien, y tenían el mismo sentido del humor.
Había una foto de ellos dos con un calzoncillo en la cabeza en la habitación de Sebastián Elías.
Siempre sonreía. Siempre siempre. Hacía bromas que se pensaba que nosotros no entendíamos. Se disfrazaba para jugar al Trivial. Nos pinchaba con la barba al besarnos.
Todos los domingos me toca limpiar el mueble de las fotos. Lo suelo hacer en piloto automático.
Pero esta semana me fijé en una foto. Mi tío Eduardo sosteniendo a mi hermano de bebé.
Los dos sonrientes. Los dos redondos.
Entonces me di cuenta de que yo soy afortunada.
Yo lo recuerdo.
Mi hermano probablemente no. Tenía 4 o 5 años cuando murió.
Lo único que tiene suyo es esa foto y una cinta del contestador que mi mamá guardó para él.
Mi tío Eduardo, dejándonos un mensaje intrascendental, que ahora nadie se atreve a tirar.
4.10.09
Ni contigo ni sin ti.
Vuelvo a casa con tu olor en mi cuerpo. Otra vez.
Volví a observar tus pestañas curvadas, tus ojos azules, tus labios gruesos, tus paletas separadas.
Me llené de vos, de tus palabras y de tu cuerpo.
Y de nuevo te lo conté todo. Te dije que me duele, que tendré que elegir entre estar bien con vos o estar bien conmigo, y que la única razón para no decirte que tendrías que elegir entre ser mi amigo o algo más es porque no puedo evitar querer besarte cada vez que te veo.
Me aclaraste lo del olor, sonreímos y nos reímos. Me dijiste lo que significo para vos.
Pero también hablaste de "fidelidad" y de que a vos también todo esto te hace mal.
Hasta que no respaldes con acciones tus palabras, y hasta que vos no me guardes cierta fidelidad en cualquier nivel, no voy a creerte ni voy a dejar de hablar sobre vos.
Llegamos a ese punto en el que tengo que alejarme, cerrarme a vos, no pensar, no hablar, no escribir.
No pensar en tus besos ni en tu voz.
No pensar en ese futuro que no tendremos.
No pensar en con quién dormirás esta noche.
No pensar en lo que quiero pero no tengo.
No pensar en vos.
Dejarnos ir, una vez más.
Volví a observar tus pestañas curvadas, tus ojos azules, tus labios gruesos, tus paletas separadas.
Me llené de vos, de tus palabras y de tu cuerpo.
Y de nuevo te lo conté todo. Te dije que me duele, que tendré que elegir entre estar bien con vos o estar bien conmigo, y que la única razón para no decirte que tendrías que elegir entre ser mi amigo o algo más es porque no puedo evitar querer besarte cada vez que te veo.
Me aclaraste lo del olor, sonreímos y nos reímos. Me dijiste lo que significo para vos.
Pero también hablaste de "fidelidad" y de que a vos también todo esto te hace mal.
Hasta que no respaldes con acciones tus palabras, y hasta que vos no me guardes cierta fidelidad en cualquier nivel, no voy a creerte ni voy a dejar de hablar sobre vos.
Llegamos a ese punto en el que tengo que alejarme, cerrarme a vos, no pensar, no hablar, no escribir.
No pensar en tus besos ni en tu voz.
No pensar en ese futuro que no tendremos.
No pensar en con quién dormirás esta noche.
No pensar en lo que quiero pero no tengo.
No pensar en vos.
Dejarnos ir, una vez más.
3.10.09
Si no hacemos más que hacernos daño, ¿por qué seguimos?
Verte con otras chicas me mata. Saberte con otras chicas me mata.
Pero no puedo evitar perseguirte con la mirada.
Me lastimás y yo te dejo hacerlo, después volvés y te recibo con una sonrisa, necesito hablar con vos pero sé que no debo.
Creo que ya pasé del masoquismo y estoy entrando en otra fase. Una peor.
Verte con otras chicas me mata. Saberte con otras chicas me mata.
Pero no puedo evitar perseguirte con la mirada.
Me lastimás y yo te dejo hacerlo, después volvés y te recibo con una sonrisa, necesito hablar con vos pero sé que no debo.
Creo que ya pasé del masoquismo y estoy entrando en otra fase. Una peor.
2.10.09
29.9.09
Durante un fin de semana entero, hablábamos mientras follábamos.
Y hablábamos mientras hacíamos el amor.
Hacer el amor es distinto a follar, y da más miedo hablar de eso.
Pero eso es lo que hacíamos.
Follábamos y hacíamos el amor.
Y mientras tanto, hablábamos.
Hablábamos de lo que pasaba y de lo que sentíamos, nos reíamos y no podíamos dejar de hablar.
Nuestros límites se difuminaban aún más. No era sólo el sentir los dos cuerpos como uno, sino que ahora tenía acceso a su mente. Nos abríamos al otro y lo dejábamos entrar.
Fue mágico.
Y a los pocos días, dejamos de hacerlo.
Pero eso no nos lo quita nadie.
Y hablábamos mientras hacíamos el amor.
Hacer el amor es distinto a follar, y da más miedo hablar de eso.
Pero eso es lo que hacíamos.
Follábamos y hacíamos el amor.
Y mientras tanto, hablábamos.
Hablábamos de lo que pasaba y de lo que sentíamos, nos reíamos y no podíamos dejar de hablar.
Nuestros límites se difuminaban aún más. No era sólo el sentir los dos cuerpos como uno, sino que ahora tenía acceso a su mente. Nos abríamos al otro y lo dejábamos entrar.
Fue mágico.
Y a los pocos días, dejamos de hacerlo.
Pero eso no nos lo quita nadie.
28.9.09
Si es que a veces soy subnormal.
Sigo acumulando mensajes que no mando.
Sigo dándole vueltas a cosas a las que ya les di vueltas mil veces.
Sigo ignorando mi instinto de salir corriendo.
Lo dicho, que me retiro del mercado hasta nuevo aviso.
Sigo dándole vueltas a cosas a las que ya les di vueltas mil veces.
Sigo ignorando mi instinto de salir corriendo.
Lo dicho, que me retiro del mercado hasta nuevo aviso.
26.9.09
Vaj a vé' que risa.
"Podría ser tu Príncipe Azul... si pudiese tener una relación contigo."
How lame is that?!?
Y encima después la excusa del olor. ¿Me vas a decir que no podés estar conmigo porque mi olor te evoca momentos agradables de nuestra amistad?
No quiero. De verdad que no quiero. Pero me estás obligando a ser una cabrona que busca su propio beneficio. Puedo serlo. Sí, incluso con vos.
Sos tan pero tan fácil...
Estoy hasta los cojones de los miedos de la gente.
Pero hasta los cojones.
How lame is that?!?
Y encima después la excusa del olor. ¿Me vas a decir que no podés estar conmigo porque mi olor te evoca momentos agradables de nuestra amistad?
No quiero. De verdad que no quiero. Pero me estás obligando a ser una cabrona que busca su propio beneficio. Puedo serlo. Sí, incluso con vos.
Sos tan pero tan fácil...
Estoy hasta los cojones de los miedos de la gente.
Pero hasta los cojones.
22.9.09
Documento Nacional de Identidad.
Renovar el DNI me hace sentir... vieja.
De la primera vez que me hice el DNI español no recuerdo mucho. Salvo que fue en Zafra.
Pero claro, de mis primeros días en España no recuerdo mucho.
Recuerdo el olor que había en mi casa nueva, el frío que hacía en la mayoría de las habitaciones porque mi papá las mantuvo cerradas hasta que llegamos, cómo iba cada muy poco tiempo a la habitación de mi hermano para sentirme menos sola y porque mi hermano tenía más muebles que yo y todo parecía menos vacío. Recuerdo ver a un chico muy lindo en mis únicas salidas al exterior (al cyber o al supermercado) y que después resultó ser Rodri, recuerdo leer las mismas cuatro revistas con la programación de la televisión una y otra vez, y escuchar la radio rosa pequeñita toda la tarde en la única emisora que se escuchaba bien porque no teníamos televisor. Ni armario ni ropa ni libros ni nada. Durante un mes viví como en una nube, sólo con lo que llevaba en la maleta.
Hoy, cuando renové el DNI, venía de pasar la noche con mis amigas. Fui caminando por Badajoz como si lo conociera, porque de hecho lo hago. En estos casi cinco años logré construirme una casa, una casa rodante que llevo conmigo a cualquier punta del país.
Y eso es lo que me pregunto. Dónde renovaré mi DNI dentro de cinco años.
Cuando tenga 27.
De la primera vez que me hice el DNI español no recuerdo mucho. Salvo que fue en Zafra.
Pero claro, de mis primeros días en España no recuerdo mucho.
Recuerdo el olor que había en mi casa nueva, el frío que hacía en la mayoría de las habitaciones porque mi papá las mantuvo cerradas hasta que llegamos, cómo iba cada muy poco tiempo a la habitación de mi hermano para sentirme menos sola y porque mi hermano tenía más muebles que yo y todo parecía menos vacío. Recuerdo ver a un chico muy lindo en mis únicas salidas al exterior (al cyber o al supermercado) y que después resultó ser Rodri, recuerdo leer las mismas cuatro revistas con la programación de la televisión una y otra vez, y escuchar la radio rosa pequeñita toda la tarde en la única emisora que se escuchaba bien porque no teníamos televisor. Ni armario ni ropa ni libros ni nada. Durante un mes viví como en una nube, sólo con lo que llevaba en la maleta.
Hoy, cuando renové el DNI, venía de pasar la noche con mis amigas. Fui caminando por Badajoz como si lo conociera, porque de hecho lo hago. En estos casi cinco años logré construirme una casa, una casa rodante que llevo conmigo a cualquier punta del país.
Y eso es lo que me pregunto. Dónde renovaré mi DNI dentro de cinco años.
Cuando tenga 27.
20.9.09
Besos.
Dame un beso
...
Otro
...
Otro
...
Otro!
Ven
¿Qué me das a cambio?
¿Qué quieres?
Cuatro besos. No! Mejor cinco.
Vale.
Me hace gracia que des saltos de alegría porque nos acabamos de enrrollar.
Hoy soñé el primer diálogo.
Me desperté con una sonrisa en los labios.
(ay!cómotequiero)
...
Otro
...
Otro
...
Otro!
Ven
¿Qué me das a cambio?
¿Qué quieres?
Cuatro besos. No! Mejor cinco.
Vale.
Me hace gracia que des saltos de alegría porque nos acabamos de enrrollar.
Hoy soñé el primer diálogo.
Me desperté con una sonrisa en los labios.
(ay!cómotequiero)
I'm drunk (but this is true)
Hoy me di cuenta de que la fidelidad no es algo natural en mí.
Tras algunos cambios recientes en mi vida, sentí cierto alivio en medio de la semitristeza. Ya no siento la obligación de serle fiel a nadie.
Y entonces me di cuenta de que eso es lo que siento cuando termina cualquier relación.
Tras los llantos y los lloros, los gritos y los por qués, siento una pequeña dosis de alivio y de libertad cuando me doy cuenta de que ya no estoy atada a nadie.
Lo que significa mensajes comprometidos, llamadas y besos furtivos a cuasi desconocidos sin sentime mal por ello.
Algún día, cuando esté totalmente segura de lo que hago y de con quién estoy (y cuando él esté seguro de mí) dejaré de sentir eso. Que estar con él evita que esté con posibles plausibles amores de mi vida.
Y entonces seré fiel de corazón, y no porque creo que es lo correcto.
Tras algunos cambios recientes en mi vida, sentí cierto alivio en medio de la semitristeza. Ya no siento la obligación de serle fiel a nadie.
Y entonces me di cuenta de que eso es lo que siento cuando termina cualquier relación.
Tras los llantos y los lloros, los gritos y los por qués, siento una pequeña dosis de alivio y de libertad cuando me doy cuenta de que ya no estoy atada a nadie.
Lo que significa mensajes comprometidos, llamadas y besos furtivos a cuasi desconocidos sin sentime mal por ello.
Algún día, cuando esté totalmente segura de lo que hago y de con quién estoy (y cuando él esté seguro de mí) dejaré de sentir eso. Que estar con él evita que esté con posibles plausibles amores de mi vida.
Y entonces seré fiel de corazón, y no porque creo que es lo correcto.
19.9.09
Ese conocido hormigueo.
No fue la llamada en sí.
Yo provoqué esa llamada.
Fue la manera de decir las cosas, las palabras elegidas, la urgencia, la frase "dime que no se puede o lo hago" o "esta noche quiero dormir contigo" o "porque esta noche tiene la magia de descubrir que tú estabas detrás de ese número".
Fue intuir la presencia de algo más grande, de algo cercano.
Fue la anticipación de lo que vendrá.
Yo provoqué esa llamada.
Fue la manera de decir las cosas, las palabras elegidas, la urgencia, la frase "dime que no se puede o lo hago" o "esta noche quiero dormir contigo" o "porque esta noche tiene la magia de descubrir que tú estabas detrás de ese número".
Fue intuir la presencia de algo más grande, de algo cercano.
Fue la anticipación de lo que vendrá.
18.9.09
Fact XXI bis.
Odio que me duelan los ovarios si no hay nadie a mi lado que me ponga la mano caliente sobre ellos para aliviar el dolor.
17.9.09
Fact XXI.
Odio estar enferma si no hay nadie al lado mío que siempre lleve pañuelos en el bolsillo y los deje en la mesita de luz por las noches.
Demasiado tiempo libre.
¿Cuándo dejaré de arruinar relaciones por querer un grado de compromiso que la otra persona no quiere?
O mejor aún, ¿cuándo estaré con una persona que quiera lo mismo que yo?
El que hace cuatro años decía que era "única" y "suya", trece meses después ya me olvidaba y superaba junto a otra. El que decía que no quería dejar de ser mi amigo, ahora no nos vemos nunca estando en la misma ciudad. El que no dejaba de intentar acostarse conmigo, ahora es incapaz físicamente de hacerlo. El que me torturaba psicológicamente lo sigue intentando, pero ya no lo logra. Mi amigo al que le gustaba dice que nunca le gusté. Mi amigo el que estaba enamorado de mí ahora es bisexual.
¿Y yo? Me gusta pensar que maduré y que ese tipo de cosas ya no me pasan. Pero probablemente los hechos me demuestren lo contrario.
O mejor aún, ¿cuándo estaré con una persona que quiera lo mismo que yo?
El que hace cuatro años decía que era "única" y "suya", trece meses después ya me olvidaba y superaba junto a otra. El que decía que no quería dejar de ser mi amigo, ahora no nos vemos nunca estando en la misma ciudad. El que no dejaba de intentar acostarse conmigo, ahora es incapaz físicamente de hacerlo. El que me torturaba psicológicamente lo sigue intentando, pero ya no lo logra. Mi amigo al que le gustaba dice que nunca le gusté. Mi amigo el que estaba enamorado de mí ahora es bisexual.
¿Y yo? Me gusta pensar que maduré y que ese tipo de cosas ya no me pasan. Pero probablemente los hechos me demuestren lo contrario.
14.9.09
Retroceder habiendo avanzado.
Volví a los 18.
Vuelvo a mandar mensajes nocturnos, a recibir las contestaciones esperadas (hay gente que no cambia), a darle vueltas a lo mismo.
Y leo cómo era a los 18, cómo viví todo esto la primera vez y recuerdo las noches, y leo las noches y los mensajes y las conversaciones.
Había olvidado sus inseguridades. Había olvidado mi entrega. Había olvidado que ya sabía lo que iba a pasar.
Lo quería. Y él me quería. Y ahí fue cuando se jodió todo. No pudo soportar el quererme.
Pero ahora no me dejaré querer.
Vuelvo a mandar mensajes nocturnos, a recibir las contestaciones esperadas (hay gente que no cambia), a darle vueltas a lo mismo.
Y leo cómo era a los 18, cómo viví todo esto la primera vez y recuerdo las noches, y leo las noches y los mensajes y las conversaciones.
Había olvidado sus inseguridades. Había olvidado mi entrega. Había olvidado que ya sabía lo que iba a pasar.
Lo quería. Y él me quería. Y ahí fue cuando se jodió todo. No pudo soportar el quererme.
Pero ahora no me dejaré querer.
10.9.09
9.9.09
Retazos. (editado)
Quiero vaciarme para volver a empezar.
Y entonces lo digo.
Encontré la tijerita de las uñas mal puesta, y recordé la última vez que la usamos. Yo quejándome porque no ponías las manos bien, hablando de quién sabe qué banalidades mientras tanto, sentado vos, recostada yo, en una de nuestras muchas cotidianedades.
Mientras completaba el diario, recordé el último domingo ahí. Entré en nuestra última habitación y me reclamaste, medio dormido desde la cama, que había estado fuera demasiado tiempo, y que me acercase porque querías abrazarme. Sólo había estado fuera 10 minutos, pero me pareciste tan pequeño y precioso que no te lo dije. Me acosté al lado tuyo, me protegiste con los brazos, metí la cabeza en el primer hueco que encontré y así nos quedamos, calentitos y adormilados. Felices y en calma.
Siempre te veo venir. Cuando pienso en vos te pienso mirándome fijamente, en la cama o caminando hacia mí. La sensación de verte caminar, de saber que te vas a acercar y me vas a decir "hola" muy muy bajito, justo un segundo antes de besarme es increíble. Sé que venís hacia mí, que venís por mí y que el mundo a nuestro alrededor se va a parar como en las películas. Después caminaremos abrazados y todo volverá a la normalidad.
Ese día en el que te giraste mientras mirábamos la tele por la noche y me dijiste que estabas acostumbrado a mí. A tenerme ahí. Y que la caída iba a ser dura. Y sí que lo fue, pero en un sentido en el que en ese momento no pensábamos.
Tu capacidad de aprender. Tus ganas de aprender. Tu curiosidad. Y por una vez es demasiado íntimo como para decir más que esto. Al menos por ahora. Pero todo el resto ya lo sabés.
Precioso, bonito, vos sos mi post nº 500.
Y entonces lo digo.
Encontré la tijerita de las uñas mal puesta, y recordé la última vez que la usamos. Yo quejándome porque no ponías las manos bien, hablando de quién sabe qué banalidades mientras tanto, sentado vos, recostada yo, en una de nuestras muchas cotidianedades.
Mientras completaba el diario, recordé el último domingo ahí. Entré en nuestra última habitación y me reclamaste, medio dormido desde la cama, que había estado fuera demasiado tiempo, y que me acercase porque querías abrazarme. Sólo había estado fuera 10 minutos, pero me pareciste tan pequeño y precioso que no te lo dije. Me acosté al lado tuyo, me protegiste con los brazos, metí la cabeza en el primer hueco que encontré y así nos quedamos, calentitos y adormilados. Felices y en calma.
Siempre te veo venir. Cuando pienso en vos te pienso mirándome fijamente, en la cama o caminando hacia mí. La sensación de verte caminar, de saber que te vas a acercar y me vas a decir "hola" muy muy bajito, justo un segundo antes de besarme es increíble. Sé que venís hacia mí, que venís por mí y que el mundo a nuestro alrededor se va a parar como en las películas. Después caminaremos abrazados y todo volverá a la normalidad.
Ese día en el que te giraste mientras mirábamos la tele por la noche y me dijiste que estabas acostumbrado a mí. A tenerme ahí. Y que la caída iba a ser dura. Y sí que lo fue, pero en un sentido en el que en ese momento no pensábamos.
Tu capacidad de aprender. Tus ganas de aprender. Tu curiosidad. Y por una vez es demasiado íntimo como para decir más que esto. Al menos por ahora. Pero todo el resto ya lo sabés.
Precioso, bonito, vos sos mi post nº 500.
Cosas que me callo, porque son mentira, pero que no puedo evitar decir mientras me ducho.
¿Fue algo que hice?¿Algo que dije?
Cofcommitment phobicCof
Cofcommitment phobicCof
8.9.09
En mi lugar.
Todo está en su sitio. Cada pieza tomó su lugar.
De repente entiendo todo, a pesar de lo complicado que es.
Disfrutar de tu presencia, no hacer planes, vivir con vos en un rincón, no esperar.
Ya no espero. Ni a vos ni nada de vos.
Acepto lo que me das. No pido nada más.
Porque lo que me diste y me podés llegar a dar es más que suficiente.
Supongo que siempre se quiere más, ¿no?
Agradezco estos meses, estas sonrisas, estos viajes, estos llantos, esta reconstrucción, estos besos, estas conversaciones, estas muchas muchas conversaciones, estos ánimos, esta ayuda.
Agradeceré lo que me des de ahora en más. Si son besos y sonrisas y conversaciones, mejor.
Y ya no espero.
Pero ya no espero.
De repente entiendo todo, a pesar de lo complicado que es.
Disfrutar de tu presencia, no hacer planes, vivir con vos en un rincón, no esperar.
Ya no espero. Ni a vos ni nada de vos.
Acepto lo que me das. No pido nada más.
Porque lo que me diste y me podés llegar a dar es más que suficiente.
Supongo que siempre se quiere más, ¿no?
Agradezco estos meses, estas sonrisas, estos viajes, estos llantos, esta reconstrucción, estos besos, estas conversaciones, estas muchas muchas conversaciones, estos ánimos, esta ayuda.
Agradeceré lo que me des de ahora en más. Si son besos y sonrisas y conversaciones, mejor.
Y ya no espero.
Pero ya no espero.
7.9.09
6.9.09
Cuestión de semántica.
No, no, no, de verdad. Puede que la gente sí tenga que decirme que lo siente mucho y yo no me haya enterado.
Es decir, creo que no. Pero ahora me hacés dudar...
Es decir, creo que no. Pero ahora me hacés dudar...
4.9.09
Ahora, la verdad:
Tomárselo con calma no es malo.
Es lo que necesito para no sentirme desgraciada. Algo de perspectiva.
Lo que me da miedo es que se dé cuenta de que la vida es más fácil sin mí.
Es lo que necesito para no sentirme desgraciada. Algo de perspectiva.
Lo que me da miedo es que se dé cuenta de que la vida es más fácil sin mí.
Algo de drama:
De madrugada no se veía nada. Pero al levantarme lo primero que vi fueron las decenas de recuerditos que tengo del viaje, de él.
Y ahí me di cuenta que tengo la maleta a medio desarmar, el diario a medio escribir.
Tendré que sumergirme en los recuerdos justo cuando no quiero. Tendré que escribir las cosas felices, con sushi y besos, antes de escribir las cosas tristes.
¿Cómo te distanciás de quien querés? ¿Cómo te mostrás fría al hablar? ¿Cómo no sentís que te falta algo cada noche?
Me quiere, por eso no quiere hacerme daño.
Lo quiero, por eso entiendo lo que siente.
Ahora toca equilibrar.
Y ahí me di cuenta que tengo la maleta a medio desarmar, el diario a medio escribir.
Tendré que sumergirme en los recuerdos justo cuando no quiero. Tendré que escribir las cosas felices, con sushi y besos, antes de escribir las cosas tristes.
¿Cómo te distanciás de quien querés? ¿Cómo te mostrás fría al hablar? ¿Cómo no sentís que te falta algo cada noche?
Me quiere, por eso no quiere hacerme daño.
Lo quiero, por eso entiendo lo que siente.
Ahora toca equilibrar.
La hija de la pavota.
Me cansé.
Me harté de ser la tonta que se enamora y espera. Espera y espera y nada pasa. Me vuelven a decir que no va a pasar nada, que nunca va a pasar nada y yo sigo esperando.
Me harté de ser la 4º en la lista de prioridades. El último recurso, la obligación, la carga. Con la que ya no se disfruta, con la que ya no se quiere pasar tiempo.
Me harté de tener que ir con cuidado, de no decirlo todo de golpe para que no se asusten. De ser la única que hace planes, la única que está dispuesta a arriesgar.
¿Se me ve la cara de tonta a la distancia?
Es eso, ¿no?
¿Es fácil jugar conmigo? ¿Sólo sirvo para un momento? ¿Tan complicado es lidiar con mis terremotos? ¿Tanto cuesta imaginarme como algo permanente?
Harta.
Me harté de ser la tonta que se enamora y espera. Espera y espera y nada pasa. Me vuelven a decir que no va a pasar nada, que nunca va a pasar nada y yo sigo esperando.
Me harté de ser la 4º en la lista de prioridades. El último recurso, la obligación, la carga. Con la que ya no se disfruta, con la que ya no se quiere pasar tiempo.
Me harté de tener que ir con cuidado, de no decirlo todo de golpe para que no se asusten. De ser la única que hace planes, la única que está dispuesta a arriesgar.
¿Se me ve la cara de tonta a la distancia?
Es eso, ¿no?
¿Es fácil jugar conmigo? ¿Sólo sirvo para un momento? ¿Tan complicado es lidiar con mis terremotos? ¿Tanto cuesta imaginarme como algo permanente?
Harta.
2.9.09
Luna lunera.
Veo la luna a través de la ventana y yo soy la imagen de la destrucción.
Tengo la cara emborronada por las lágrimas y demasiado espacio a mi alrededor.
Me faltan tus manos, tu calor, hablar con vos o simplemente acurrucarme contra tu cuerpo.
Me faltás vos.
Tengo la cara emborronada por las lágrimas y demasiado espacio a mi alrededor.
Me faltan tus manos, tu calor, hablar con vos o simplemente acurrucarme contra tu cuerpo.
Me faltás vos.
1.9.09
A place to sleep.
Dormimos en camas de todos los tamaños, en habitaciones de todos los tamaños, con colchones y almohadas de todas las durezas. No nos dimos cuenta de nada de eso porque estábamos juntos.
Hoy intenté dormir en una cama de 90 cm, en una habitación a la que le sobran muebles, con un colchón y una almohada demasiado blandos. No pude.
Me falta algo.
Hoy intenté dormir en una cama de 90 cm, en una habitación a la que le sobran muebles, con un colchón y una almohada demasiado blandos. No pude.
Me falta algo.
31.8.09
Now what?
Coruña nos regaló un último amanecer soleado.
Mañana despierto. Hoy lloro y beso.
Y mientras tanto no sé muy bien qué sentir.
Descubrí que somos compatibles en más cosas de las que creía. Pero también que no sentimos lo mismo el uno por el otro. Descubrí que soporta mis cambios de humor. Pero que yo también tengo cosas que soportar.
Me gusta ser parte de su vida. Me gusta su ciudad, sus amigos. Me gusta dormirme junto a él y despertarme junto a él. Me gusta que me sonría con los ojos. Me gusta que me regale besos todo el tiempo, y que le moleste tener sueño. Me gusta cuidarlo cuando está enfermo, y me gusta que me lo agradezca después.
Me gusta que me digan que está más relajado cuando estoy yo.
Me gusta sentir que todo en mi interior se calma cuando él está cerca.
But nothing lasts forever.
Mañana despierto. Hoy lloro y beso.
Y mientras tanto no sé muy bien qué sentir.
Descubrí que somos compatibles en más cosas de las que creía. Pero también que no sentimos lo mismo el uno por el otro. Descubrí que soporta mis cambios de humor. Pero que yo también tengo cosas que soportar.
Me gusta ser parte de su vida. Me gusta su ciudad, sus amigos. Me gusta dormirme junto a él y despertarme junto a él. Me gusta que me sonría con los ojos. Me gusta que me regale besos todo el tiempo, y que le moleste tener sueño. Me gusta cuidarlo cuando está enfermo, y me gusta que me lo agradezca después.
Me gusta que me digan que está más relajado cuando estoy yo.
Me gusta sentir que todo en mi interior se calma cuando él está cerca.
But nothing lasts forever.
30.8.09
27.8.09
24.8.09
Torre de Hércules.
Son las cuatro de la mañana. Busco el faro a través de la ventana. Mi Faro.
Pero la noche se lo tragó.
Lo escucho respirar fuerte, dormido, detrás de mí.
En algún punto algo dentro de mí se retorció, y ese sonido ya no me tranquiliza. Ahora sólo quiero alejarme de él.
Entonces lo despierto. Y él, despacito, con paciencia, va estirando y alisando ese algo, hasta que lo deja como estaba. Vuelven las risas, el sentir su piel cálida, los planes hasta dentro de unos meses nada más, el hablar mientras follamos.
Mi Faro siempre estuvo ahí.
Pero la noche se lo tragó.
Lo escucho respirar fuerte, dormido, detrás de mí.
En algún punto algo dentro de mí se retorció, y ese sonido ya no me tranquiliza. Ahora sólo quiero alejarme de él.
Entonces lo despierto. Y él, despacito, con paciencia, va estirando y alisando ese algo, hasta que lo deja como estaba. Vuelven las risas, el sentir su piel cálida, los planes hasta dentro de unos meses nada más, el hablar mientras follamos.
Mi Faro siempre estuvo ahí.
21.8.09
Cotidianedades.
Llevo más de una semana con él.
Y esta vez es una carrera de fondo.
No todo es un camino de rosas. No todo es sol y pajaritos. No todo son besos en una cama blanca. También hay discusiones estúpidas sobre cosas cotidianas. Sobre las toallas mojadas, o las horas de sueño que necesita cada uno, o cuando me pisa por decimonovena vez.
Intentamos equilibrarnos, perdonar y olvidar, dejarlo estar. Centrarnos en lo importante. Llorar menos y sonreír más.
Todo sigue siendo natural. Seguimos encajando como siempre. Seguimos haciendo feliz al otro.
Creamos nuestra rutina en dos días.
A veces, mientras me lavo los dientes y lo veo preparando la ducha por el espejo, me asalta la sensación de que estamos casados. De que nos vamos relevando el uno al otro. De que compartimos algo. Algo mundano y nada especial, algo que nos hace poder vivir juntos sin que sintamos que es una carga. Nadie tira de nadie, nadie se siente intruso en la vida de nadie. Compartir.
El mundo, su mundo, me ve como una chica algo rara que se mete con él.
Él sabe todo el resto. Sabe que le mando besos por el espejo del coche, sabe que lo miro fijamente cuando nadie me ve, sabe que me río sin necesidad de que me haga cosquillas, sabe lo bien que me sienta una sábana, sabe que sin él en la ducha no recuerdo si me estoy enjuagando el champú o el acondicionador, sabe que el mejor sitio para su brazo es debajo de mi cuello, sabe que me hago fotos ridículas con el pelo en la cara, sabe que le aprieto fuerte la mano cuando estamos rodeados de gente y necesito saber que sigue ahí.
Y hoy descubrirá algo más. Mientras está trabajando, como ahora mismo, tengo un pequeño hueco sobre el esternón.
Porque aprendí tan rápido a vivir con él, que ya no sé cómo hacerlo sin él.
Y esta vez es una carrera de fondo.
No todo es un camino de rosas. No todo es sol y pajaritos. No todo son besos en una cama blanca. También hay discusiones estúpidas sobre cosas cotidianas. Sobre las toallas mojadas, o las horas de sueño que necesita cada uno, o cuando me pisa por decimonovena vez.
Intentamos equilibrarnos, perdonar y olvidar, dejarlo estar. Centrarnos en lo importante. Llorar menos y sonreír más.
Todo sigue siendo natural. Seguimos encajando como siempre. Seguimos haciendo feliz al otro.
Creamos nuestra rutina en dos días.
A veces, mientras me lavo los dientes y lo veo preparando la ducha por el espejo, me asalta la sensación de que estamos casados. De que nos vamos relevando el uno al otro. De que compartimos algo. Algo mundano y nada especial, algo que nos hace poder vivir juntos sin que sintamos que es una carga. Nadie tira de nadie, nadie se siente intruso en la vida de nadie. Compartir.
El mundo, su mundo, me ve como una chica algo rara que se mete con él.
Él sabe todo el resto. Sabe que le mando besos por el espejo del coche, sabe que lo miro fijamente cuando nadie me ve, sabe que me río sin necesidad de que me haga cosquillas, sabe lo bien que me sienta una sábana, sabe que sin él en la ducha no recuerdo si me estoy enjuagando el champú o el acondicionador, sabe que el mejor sitio para su brazo es debajo de mi cuello, sabe que me hago fotos ridículas con el pelo en la cara, sabe que le aprieto fuerte la mano cuando estamos rodeados de gente y necesito saber que sigue ahí.
Y hoy descubrirá algo más. Mientras está trabajando, como ahora mismo, tengo un pequeño hueco sobre el esternón.
Porque aprendí tan rápido a vivir con él, que ya no sé cómo hacerlo sin él.
11.8.09
Multitasking.
Durante estas tres semanas que estuve al mando de la casa y la tienda familiar, aprendí que puedo hablar por teléfono y atender un cliente a la vez, poner los platos en el lavavajillas mientras se bate la parte blanca de la tarta de queso, limpiar la vitrocerámica mientras hago planes para salir por teléfono, escribir un mensaje mientras cocino, leer mientras camino (aunque esto lo sé desde los 7 años), poner la mesa mientras ordeno el comedor, y rezongar mientras hago la cama ("si querés también me meto un plumero en el culo y plumereo").
Oficialmente soy mi mamá.
10.8.09
2.
Facts de Chicomar:
- Cuando vibra el móvil y no eres tú, me decepciona un poco.
- A veces me gustaría que mi vida se detuviera y poder tumbarme a tu lado por un momento en la hierba del Monte de San Pedro a coger aire.
8.8.09
7.8.09
5.8.09
4.8.09
3.8.09
9.
Nueve.
Nine.
Neuf.
Neun.
Nou.
Nove.
Nëntë.
Девет.
Devět.
九.
Devet.
Ni.
Deväť.
Üheksa.
Yhdeksän.
Εννέα.
Negen.
Kilenc.
Sembilan.
Deviņi.
Devyni.
Disa '.
Dziewięć.
Nouă.
Девять.
Nio.
Siyam.
Dokuz.
Дев'ять.
Số chín.
My name is Earl.
Ayer descubrí que probablemente ayudé a que un chico le pusiese los cuernos a su novia.
Karma will come back to haunt me.
Karma will come back to haunt me.
La noche-nebulosa.
Así estábamos, a oscuras, hablando sobre que es la primera vez que paso tanto tiempo separada de mi hermano desde que nació, de tu viaje para hacer pesca submarina y de cómo serás un adicto al trabajo, de David Carradine colgado del armario, de queso, dulce de leche y pavos, de la lucha de consciencias, de los enamoramientos.
Y éramos nosotros, y te veía en penumbras y decía que eras cómodo, y cada 10 minutos me decías que te alcance el agua, y te recitaba cosas que escribí para vos y sobre vos en este mismo sitio, y nos reíamos y te olía.
Y éramos nosotros de nuevo en tu salón dos años antes, uno en cada extremo, hablando de lo mucho que nos gustaría pero sabiendo que no iba a pasar, al menos mientras no fuésemos sólo dos.
Hay cosas que nunca cambian. Como mirar fijamente tus pestañas arqueadas con la luz azul del amanecer.
Hay cosas que sí cambian. Como comprender por qué nunca nos acostamos.
Y éramos nosotros, y te veía en penumbras y decía que eras cómodo, y cada 10 minutos me decías que te alcance el agua, y te recitaba cosas que escribí para vos y sobre vos en este mismo sitio, y nos reíamos y te olía.
Y éramos nosotros de nuevo en tu salón dos años antes, uno en cada extremo, hablando de lo mucho que nos gustaría pero sabiendo que no iba a pasar, al menos mientras no fuésemos sólo dos.
Hay cosas que nunca cambian. Como mirar fijamente tus pestañas arqueadas con la luz azul del amanecer.
Hay cosas que sí cambian. Como comprender por qué nunca nos acostamos.
29.7.09
Supielmipiel.
Tengo las manos pequeñas, pero fuertes. Despacio, muy despacio. Círculos, líneas, movimientos rotatorios. Los dedos resbalan por la piel. La aprietan, la acarician. Presionan.
La piel se relaja, los músculos se relajan, las articulaciones se relajan, los huesos se relajan, la persona se relaja. Yo puedo sentir cada centímetro de piel, cada poro. Después de un rato, la piel desprende un aroma particular.
Siento los músculos debajo, se tensan, se estiran, se mueven. Son seres vivos atrapados por una tela gigante, flexible, dura.
Ya no veo nada más que eso. Ya no siento nada más que eso. Ya no escucho nada más que eso. Se crea una burbuja a mi alrededor, a nuestro alrededor. Y ya puede derrumbarse el mundo que nada importa.
Estamos unidos por un instante, por la piel. Comunión entre células, entre personas.
Me resisto a dejarla. Pero hay que hacerlo.
Un beso en agradecimiento.
27.7.09
Según dicen, escriben y cantan, el amor está hecho de pequeños detalles.
Como el balcón blanco de tu oreja.*
¿Sabés qué?
Tengo tantas palabras guardadas para vos. Palabras que merecen ser dichas en persona.
Y unas ganas locas de volver a sentirme en casa.
*Que no recuerdo si está sólo en la izquierda o en las dos, y vos no tenés ni idea de qué estoy hablando.
Como el balcón blanco de tu oreja.*
¿Sabés qué?
Tengo tantas palabras guardadas para vos. Palabras que merecen ser dichas en persona.
Y unas ganas locas de volver a sentirme en casa.
*Que no recuerdo si está sólo en la izquierda o en las dos, y vos no tenés ni idea de qué estoy hablando.
25.7.09
23.7.09
Breathe in, breathe out.
Lo que me maravilla de vos es que está bien que llore al teléfono.
Entonces me doy cuenta de que tenía razón, que todas las dudas son infundadas, y que quizás en esto no haya respuestas y sí muchas preguntas. Pero en esto estás vos, que me llamás a la 1 de la mañana para preguntarme si estoy bien, y para que enumere mis desgracias.
Y nos reímos, y hablamos de tonterías, y te cuento cosas sobre libros, y me interrumpís para hablar de algo que te acaba de pasar y durante una hora entera, cuando estoy en mi cama con la luz apagada escuchándote, vuelvo a ser yo, y puedo respirar.
Entonces me doy cuenta de que tenía razón, que todas las dudas son infundadas, y que quizás en esto no haya respuestas y sí muchas preguntas. Pero en esto estás vos, que me llamás a la 1 de la mañana para preguntarme si estoy bien, y para que enumere mis desgracias.
Y nos reímos, y hablamos de tonterías, y te cuento cosas sobre libros, y me interrumpís para hablar de algo que te acaba de pasar y durante una hora entera, cuando estoy en mi cama con la luz apagada escuchándote, vuelvo a ser yo, y puedo respirar.
22.7.09
Diálogos imaginarios.
¿Sabés qué me parece patético? Que todos nos conocemos, y si tu novio te pone los cuernos lo sabemos, y si vos hacés la vista gorda también. Así que además de cornuda, estúpida. Pero peor es cuando los dos se ponen los cuernos mutuamente. No podemos confiar en nadie ya.
Estoy en la librería de 9.30 a 14, y de 18 a 21. El resto del tiempo estoy en mi casa. Me conecto casi todo el día, aunque no prometo contestar enseguida porque o estoy estudiando o estoy trabajando. Sabés mi número y probablemente dónde vivo. Así que si de verdad querés que quedemos para lo que sea, podés encontrarme. Pero yo no voy a decirte nada. Porque me harté de llamarte y mandarte mensajes y decir "tenemos que quedar" cada vez que nos cruzamos por la calle. Me cansé de ser tu perrito faldero.
Definitivamente tengo seis asignaturas para septiembre. Y después el panorama no mejora. De nuevo hacen los horarios con los pies y nos tocan tres, cuatro o cinco horas seguidas de la misma asignatura. Cinco horas seguidas de Realización. Moriremos.
Pero las optativas están graciosas y bonitas y probablemente haga tres de ellas.
Tengo profesores repetidos, profesores nuevos, profesores viejos.
Y asignaturas bonitas en papel. Y algunas de fotografía y publicidad, y menos de historia.
Pero moriremos.
Estoy resfriada en verano. Pero al menos no me siento tan tonta porque sé que, una vez más, Paula me acompaña en eso.
¿Podré estar siempre así? Sin tener una vida, esperando a tener una. Sin nadie en mi cama, sin... Paso, que me deprimo.
Estoy en la librería de 9.30 a 14, y de 18 a 21. El resto del tiempo estoy en mi casa. Me conecto casi todo el día, aunque no prometo contestar enseguida porque o estoy estudiando o estoy trabajando. Sabés mi número y probablemente dónde vivo. Así que si de verdad querés que quedemos para lo que sea, podés encontrarme. Pero yo no voy a decirte nada. Porque me harté de llamarte y mandarte mensajes y decir "tenemos que quedar" cada vez que nos cruzamos por la calle. Me cansé de ser tu perrito faldero.
Definitivamente tengo seis asignaturas para septiembre. Y después el panorama no mejora. De nuevo hacen los horarios con los pies y nos tocan tres, cuatro o cinco horas seguidas de la misma asignatura. Cinco horas seguidas de Realización. Moriremos.
Pero las optativas están graciosas y bonitas y probablemente haga tres de ellas.
Tengo profesores repetidos, profesores nuevos, profesores viejos.
Y asignaturas bonitas en papel. Y algunas de fotografía y publicidad, y menos de historia.
Pero moriremos.
Estoy resfriada en verano. Pero al menos no me siento tan tonta porque sé que, una vez más, Paula me acompaña en eso.
¿Podré estar siempre así? Sin tener una vida, esperando a tener una. Sin nadie en mi cama, sin... Paso, que me deprimo.
Y los sueños, sueños son...
El calor me hace tener sueños raros.
Llevo a Grace en brazos, borracha y dormida, pero con el cuerpo de Verónica, y su padre me persigue por todo el camino diciendo que si duerme con las piernas flexionadas es que ya no es virgen. Estoy en Directorio y Asamblea, y hay una gran fiesta y termino yéndome a casa con un participante de un concurso de Cuatro, que es enorme y besa mal, pero no puedo evitar seguir besándolo. Dos reuniones con personas distintas, con grupos distintos, pero que me hacen sentir igual de incómoda, e igual de incómoda que cuando estoy con ellos en la vida real. Como si no perteneciese a ese lugar, pero no hay ningún sitio al que pertenezca. Lo veo a él a la distancia, o lo espero en la parte trasera de un coche, dejando un hueco para su mano al lado de la mía. Me meto por recovecos y termino en una habitación pequeña, de piedra, como perteneciente a la Manzana de las Luces, bebiendo quién sabe qué, evitando que todos rodeen a Grace, que de repente cae contra la pared. Estoy en Sevilla, cruzando la Barqueta, con ella encima. Y después hay un río, un río con una via de tren al lado, y vamos en barco por él con mi familia, y pasamos bajo un puente, o cueva o algo.
Al despertarme, la cosa no mejora.
Al despertarme intento correr sin poder moverme, intento moverme sin poder respirar. Las personas que eran importantes desaparecieron, las que me hacían feliz están desapareciendo. Estoy metida en un agujero, en una rueda que gira y gira y no puedo parar por más que quiera. La rutina me asfixia, y empiezo a preguntarme si vale la pena, si realmente este viaje servirá de algo, si tengo que ir, si no puedo dejarlo ir, alejarme de él, intentar ser feliz de otra manera. Pero sé que si no lo hago me arrepentiré, que no puedo dejar pasar esta oportunidad de ser feliz aunque sea durante tres semanas. Entonces todo vuelve, las dudas, el miedo, el hastío, y mi cabeza sigue girando y tengo que alejarme, alejarme de todo esto, alejarme de la realidad, alejarme de las personas que me hacen bien y de las que me hacen mal y de las que me hacen las dos cosas.
Intentar pensar por mí misma, sin estímulos externos. Privación sensorial. Zombie. Alejar la cabeza y automatizarme.
Porque no puedo seguir mezclando sueños con realidad, no puedo sentir el peso de ella pero no la piel de él, no puedo inventar futuros que no sucederán, no puedo poner mis esperanzas en algo que me romperá el corazón, no puedo seguir creyéndome lo que me dicen (dice) que me crea.
Si algo aprendí en esta vida, es que en el momento en que creés a ciegas en lo que te dicen, sufrís.
Y no quiero seguir haciéndolo. Así que tengo mis reservas y a veces las muestro y a veces no, a veces de verdad que quiero creer, pero después me doy cuenta que nunca lo creeré hasta que no pueda entrar en la cabeza y el corazón de los demás, hasta que no me muestren con acciones todo lo que dicen que.
18.7.09
'Mi pobre angelito'
Estoy sola en casa.
Estar sola en casa significa tener que cocinar cuando llego de trabajar, significa sacar a pasear al perro, significa lavar ropa, significa limpiar la casa, significa sacar la basura, significa no hablar con nadie más que con el perro, significa no saber dónde estan las cosas, significa cerrar la puerta con llave por las noches.
Pero también significa que puedo elegir lo que veo en la televisión, que puedo poner las películas en versión original subtitulada, que no tengo que esperar para usar el ordenador, que nadie va a mover mis cosas, que puedo dejar la puerta del armario de la cocina abierta, significa no sentirme culpable porque la cama esté hecha, significa ducharme con la puerta abierta, significa no tener que vestirme para salir de mi habitación, significa hablar alto por teléfono a las 2 de la mañana, significa tener mis propios tiempos y no tiempos ajenos, significa dejar la tapa para el microondas delante del microondas, significa poder dormir en cualquier cama de la casa, significa beber piñas coladas delante de la tele y emborracharme a lo tonto, significa vivir sola pero en una casa con comida e internet.
Significa tener mi espacio, mi tiempo, mi vida.
16.7.09
'Dos partes'
Estaba escuchando esa canción medio dormida. La había escuchado cientos de veces.
Y entonces estaba ahí, en esa cama, dormitando como ahora, y a pesar de tener frío sentía calor, y había humo a mi alrededor, y una luz suave y un cuerpo cálido a mi lado.
Y entonces estaba ahí, en esa cama, dormitando como ahora, y a pesar de tener frío sentía calor, y había humo a mi alrededor, y una luz suave y un cuerpo cálido a mi lado.
14.7.09
Pared blanca, luz cenital.
Encontré esa esquina, o media esquina, o esquina roma, o esquina invertida donde nos besamos.
No recuerdo cómo fue. Ese día lo recordaba, y al siguiente, y a la semana siguiente. Pero ya no. No lo escribí, ni se lo conté a nadie, ni escribí sobre ello. Y no recuerdo el momento exacto en el que empezó todo, en el que nos acercamos más de la cuenta, en el que nos pareció una buena idea, en el que dejamos de reprimirnos y nos dejamos llevar.
Y el alcohol y de repente la lluvia y que no nos importase, hasta darnos cuenta que estábamos empapados y que teníamos que hacer algo al respecto o no, seguir ahí besándonos hasta que dejase de llover, amaneciese, nos congelásemos o todo junto.
Ahora ya no puedo pasar por ahí sin recordar la lluvia.
No recuerdo cómo fue. Ese día lo recordaba, y al siguiente, y a la semana siguiente. Pero ya no. No lo escribí, ni se lo conté a nadie, ni escribí sobre ello. Y no recuerdo el momento exacto en el que empezó todo, en el que nos acercamos más de la cuenta, en el que nos pareció una buena idea, en el que dejamos de reprimirnos y nos dejamos llevar.
Y el alcohol y de repente la lluvia y que no nos importase, hasta darnos cuenta que estábamos empapados y que teníamos que hacer algo al respecto o no, seguir ahí besándonos hasta que dejase de llover, amaneciese, nos congelásemos o todo junto.
Ahora ya no puedo pasar por ahí sin recordar la lluvia.
Fact XIX.
Hay algo muy malo en mí cuando tengo que elegir entre "comer/mirar la tele" y "dormir/sexo" y dudo.
12.7.09
Tanto hablar sobre su amor perdido me hace pensar en los míos.
Entonces recuerdo que realmente pensé que era el definitivo, que imaginé Navidades en familia, nombres de los hijos, la biblioteca/estudio de nuestra casa.
Rutinas diarias, gestos, palabras.
Seguir jugando a las casitas para siempre.
Lo perdí todo. Y ahora sé que nunca tendré todo eso que imaginaba. Ni con él ni con nadie.
Él fue mi primer esposo, y nadie podrá superarlo en eso.
Ya no busco otro esposo. No busco otra familia política. No veo futuros más allá de unos meses o un año. Disfruto del camino, de la compañía, de las pieles ajenas, de las sonrisas y los recuerdos que voy acumulando, para tener algo que contarte cada noche.
Entonces recuerdo que realmente pensé que era el definitivo, que imaginé Navidades en familia, nombres de los hijos, la biblioteca/estudio de nuestra casa.
Rutinas diarias, gestos, palabras.
Seguir jugando a las casitas para siempre.
Lo perdí todo. Y ahora sé que nunca tendré todo eso que imaginaba. Ni con él ni con nadie.
Él fue mi primer esposo, y nadie podrá superarlo en eso.
Ya no busco otro esposo. No busco otra familia política. No veo futuros más allá de unos meses o un año. Disfruto del camino, de la compañía, de las pieles ajenas, de las sonrisas y los recuerdos que voy acumulando, para tener algo que contarte cada noche.
10.7.09
Porque me encantan los casi aniversarios-mesarios falsos.
Aún no sé cómo lo hizo. Supongo que dejé abierta una puerta, o una ventana, o una pequeña rendija, y él aprovechó para colarse.
Primero fue un comentario, y luego otro, y otro.
Le di mi mail sin tomarlo como una manera de acercamiento, sino que él preguntó y yo quería contestarle, pero en privado.
Entonces empezaron las conversaciones por la mañana, las tonterías, Area42 y sonreír cada vez que veía aparecer su ventanita.
Y un correo y su número de teléfono. Al principio era raro, porque nunca sabía cuando hablaba en serio y cuando no, ni sabía cuando algo le molestaba. Me caía bien, me divertía y me parecía interesante.
Me quedé soltera.
Construimos albatros por la noche, hicimos planes a futuro, entendí plenamente el significado de "CLONK!" y dormí muy pocas horas.
Él estuvo ahí para tranquilizarme y contarme su experiencia cuando decidí darnos a mi ex y a mí una segunda oportunidad. Gracias a él me decidí y lo hice.
Cuando todo volvió a terminar, él seguía ahí, yo tenía las cosas claras y lo asusté un poquito. Todavía lo hago de vez en cuando.
Me levantaba simplemente para hablar con él y ver cuál era la broma del día. Todo se volvió muy intenso. Horas hablando por teléfono e internet.
Y de repente lo conocí físicamente. La intensidad se quintuplicó. Hablamos, lloré, nos reímos, nos quisimos y supe lo que era poder ser completamente yo, sin armaduras ni máscaras ni personalidades múltiples.
Desde que te conocí, hace casi 10 meses ya, he integrado mis Anas. Y soy tontita y uso colorines y salto y carcajeo mientras discuto sobre el control de la información, por qué Buffy te gustaría si te esforzases en verla, filosofía o literatura.
Ya no me siento sola, aunque me gustaría dormirme abrazada a vos cada noche.
Mi horizonte está más amplio que nunca, me tomo las cosas con calma, no busco la perfección.
Descubrí que alguien que me empuje a ser yo es perfecto para mí ahora mismo. Y el ahora es lo que importa. Porque si pienso en el futuro me dan ataques de ansiedad y vos te asustás y no somos felices.
21/01/09
Es alucinante, cada vez que entras en mi vida los problemas se desvanecen. No sé si decirte que pases hasta la cocina o que tengas cuidado, no vaya a ser que le coja el gustillo xD
Entré hasta la cocina, me senté, me serví algo del frigorífico y no pienso moverme de ahí hasta que me eches.
Feliz nosotros, cariño.
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