Al principio algo nos frenaba.
Volver a ponerse en marcha es complicado. En este caso, para los dos.
Pero a pesar del tiempo y de las circunstancias, seguimos siendo nosotros. Nosotros a pesar de los otros.
Y los besos siguen siendo iguales, y su piel es la misma, y nada cambia demasiado a pesar de haber cambiado todo.
Fue fácil, conocido, sencillo, bueno. Mejor de lo que recordaba.
Volvimos a empezar. En otro punto, pudiendo comparar, queriéndonos desde el principio. Recordando cosas sobre la marcha.
Es bueno. Esto es bueno. Curarnos las heridas y la soledad mutuamente. Pero esta vez sabiendo cómo es todo. Dónde está el límite. Y por qué no puedo creerme que sus caricias son algo más.
Siempre es bueno volver a la casilla de salida,. Aunque tal y como lo narras cualquiera diría que estás jugando con fuego...
ResponderBorrarEs un fuego con el que ya me quemé, y dudo que lo vuelva a hacer.
ResponderBorrarui, ese fuego sigue ahí siempre, quema por ciclos..
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