Hoy me di cuenta de que la fidelidad no es algo natural en mí.
Tras algunos cambios recientes en mi vida, sentí cierto alivio en medio de la semitristeza. Ya no siento la obligación de serle fiel a nadie.
Y entonces me di cuenta de que eso es lo que siento cuando termina cualquier relación.
Tras los llantos y los lloros, los gritos y los por qués, siento una pequeña dosis de alivio y de libertad cuando me doy cuenta de que ya no estoy atada a nadie.
Lo que significa mensajes comprometidos, llamadas y besos furtivos a cuasi desconocidos sin sentime mal por ello.
Algún día, cuando esté totalmente segura de lo que hago y de con quién estoy (y cuando él esté seguro de mí) dejaré de sentir eso. Que estar con él evita que esté con posibles plausibles amores de mi vida.
Y entonces seré fiel de corazón, y no porque creo que es lo correcto.
Exacto.
ResponderBorrar