No todo está perdido.
No todo está ganado.
Estoy, estamos, en un terreno resbaladizo sin nada que hacer.
Porque yo lo dije todo, lo di todo, arriesgué todo.
Y él se asustó y se fue corriendo, sólo para saludarme desde la esquina sonriéndo.
¿Qué se supone que tengo que hacer?
¿Seguirlo y exponerme? ¿Seguirlo y asustarme? ¿Seguirlo y perderlo?
¿O quedarme esperando a que vuelva, a que piense, a que sienta?
Sólo esperaba palabras de él. Y sólo me dio dolor, dolor del olvido, dolor del pánico, dolor de la pérdida que nunca se produjo, porque nunca hubo nada que perder.
La vida sigue. Nosotros seguimos. Después de esta "crisis", de esta "tensión", de este agujero dentro mío que cada vez se hace más grande, a cada paso que doy, cada vuelta dentro de mi cabeza.
Mis sentimientos no cambiaron.
Los suyos, quizás.
Lo que cambió es el futuro.
Porque a pesar de que me diga que empieza a creer en el Destino, sé que la única que quiere forzarlo soy yo. La que lo espera y desespera, la que sigue acá, la que sacrificaría todo por una palabra suya.
Si no tengo eso, ya no sé quién soy.
Me di cuenta tarde que te perdí por pensar que te tenía.
ResponderBorrar[Fito y Fitipaldis]
yo me voy porque aqui no estoy, no estoy en ningun sitio. y tampoco se a donde voy.
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