Aunque me ves por la calle,
también yo tengo mis rejas,
mis rejas y mis rosales.
........................ A.Machado.
(Encontrado en la contratapa de un ejemplar de la biblioteca de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla de "El malestar en la cultura", de Sigmund Freud. Salgamos a poetizar el mundo!)
27.11.08
Pnj.
Prepararé un disfraz de adulta para verte. Para vos, para mí.
Me comportaré igual que siempre: simpática, divertida, profunda, según convenga.
No creo que consiga engañarte. Me comprendés mejor que yo.
Pero a veces no entendés nada.
Me comportaré igual que siempre: simpática, divertida, profunda, según convenga.
No creo que consiga engañarte. Me comprendés mejor que yo.
Pero a veces no entendés nada.
26.11.08
Restriction Order.
No me toques.
No me mires.
No me hables.
No me pienses.
No me sonrías.
No me cuentes que estás triste, que me hechás tanto de menos que me hechás de menos con -h-, que te llame o que me llamás vos o que lo que sea.
Porque si lo hacés, no podré soltarte.
Y por mi propia salud mental, tengo que hacerlo.
Porque me niego a seguir esperandodesesperando.
No me mires.
No me hables.
No me pienses.
No me sonrías.
No me cuentes que estás triste, que me hechás tanto de menos que me hechás de menos con -h-, que te llame o que me llamás vos o que lo que sea.
Porque si lo hacés, no podré soltarte.
Y por mi propia salud mental, tengo que hacerlo.
Porque me niego a seguir esperandodesesperando.
25.11.08
Cartas que nunca te envié.
La vida se está complicando por acá...
...y ese futuro se está alejando.
Un principio. Un final. Y toda la vida en el medio.
...y ese futuro se está alejando.
Un principio. Un final. Y toda la vida en el medio.
24.11.08
Bi-trenza, bienza.
Desde fuera todo es simple.
Pero es difícil hacerlo, a pesar de que sé que es lo mejor.
Desenredarme, desengancharme, desasirme.
De alguien que no me quiere como yo lo quiero.
Que no me espera como yo lo espero.
Que no espera.
Porque lo único que quiero hacer el llamarlo y contarle mis planes para Nochebuena, quejarme un poco de la carrera, de que no tengo tiempo para leer ni para ver películas, que me hable de sus clases de alemán y de semiótica, que se ría y respire, que me diga que no sabe por qué me cuenta eso, que se despida diciendo que ya hablamos, que falta menos para vernos.
Pero sé que si lo hago, seré suya eternamente.
Y a veces, esa idea es demasiado tentadora...
Pero es difícil hacerlo, a pesar de que sé que es lo mejor.
Desenredarme, desengancharme, desasirme.
De alguien que no me quiere como yo lo quiero.
Que no me espera como yo lo espero.
Que no espera.
Porque lo único que quiero hacer el llamarlo y contarle mis planes para Nochebuena, quejarme un poco de la carrera, de que no tengo tiempo para leer ni para ver películas, que me hable de sus clases de alemán y de semiótica, que se ría y respire, que me diga que no sabe por qué me cuenta eso, que se despida diciendo que ya hablamos, que falta menos para vernos.
Pero sé que si lo hago, seré suya eternamente.
Y a veces, esa idea es demasiado tentadora...
En estos momentos, me estoy perdiendo.
No es que esté perdida, no.
Sigo con rumbo fijo hacia alguna parte.
Pero voy dejando trozos míos por el camino.
La persona que me tiene así es la única que lo puede solucionar.
Extraño acostarme con semi-desconocidos.
Me estoy alejando de las personas a las que quiero.
Monotonizo mi vida.
Casi no leo.
Nada me produce curiosidad.
Ya no soy yo.
No es que esté perdida, no.
Sigo con rumbo fijo hacia alguna parte.
Pero voy dejando trozos míos por el camino.
La persona que me tiene así es la única que lo puede solucionar.
Extraño acostarme con semi-desconocidos.
Me estoy alejando de las personas a las que quiero.
Monotonizo mi vida.
Casi no leo.
Nada me produce curiosidad.
Ya no soy yo.
23.11.08
Dobles.
En una conversación casual con mi papá, me di cuenta de que estoy saliendo con él.
Soy un cliché del psicoanálisis.
Y yo preocupada por no haber tenido nunca Complejo de Edipo...
Soy un cliché del psicoanálisis.
Y yo preocupada por no haber tenido nunca Complejo de Edipo...
Dramas capilares.
Reniego de mi visión en el espejo.
Busco pelo que ya no está.
Aplasto obsesivamente los mechones, los rizos.
Me miro del derecho y del revés, por arriba y por abajo.
No hay manera.
Ese flequillo que me mira desde el espejo no puede ser mío.
21.11.08
Masoquismos diarios.
Cada cierto tiempo, me gusta comer gominolas hasta enfermar.
Me gusta dejar los trabajos hasta último momento, hasta sentir la presión.
Me pasa lo mismo con lo exámenes, dos semanas antes me doy cuenta de que no me da tiempo, y corro, corro, corro hasta llegar. Kind of.
Como hasta sentirme hinchada y gorda.
Duermo hasta que me duele la cabeza.
Gasto en cosas superfluas sabiendo que tendré que ahorrar el resto del mes.
Miro pantallas fijamente hasta que se me hacen derrames en los ojos.
Me muerdo las pielcitas de los labios hasta que sangran.
Remuevo cajas y libros sabiendo que soy alérgica a los ácaros.
Escucho música triste cuando estoy deprimida.
Me voy a la ducha a llorar, porque sé que ahí nadie me escucha.
No tomo nada para el dolor de ovarios.
Prefiero pasar frío que encender la calefacción.
Pienso en cosas que me vuelven loca.
Prefiero doblar una pila de ropa que ir doblando de a poco.
Disfruto sufriendo. Me hace sentir viva.
Pero esto de ir presionando y llorando, llamando y odiando, pensando y analizando... quizás me siento demasiado viva. Cercana a la muerte de tan viva.
Me gusta dejar los trabajos hasta último momento, hasta sentir la presión.
Me pasa lo mismo con lo exámenes, dos semanas antes me doy cuenta de que no me da tiempo, y corro, corro, corro hasta llegar. Kind of.
Como hasta sentirme hinchada y gorda.
Duermo hasta que me duele la cabeza.
Gasto en cosas superfluas sabiendo que tendré que ahorrar el resto del mes.
Miro pantallas fijamente hasta que se me hacen derrames en los ojos.
Me muerdo las pielcitas de los labios hasta que sangran.
Remuevo cajas y libros sabiendo que soy alérgica a los ácaros.
Escucho música triste cuando estoy deprimida.
Me voy a la ducha a llorar, porque sé que ahí nadie me escucha.
No tomo nada para el dolor de ovarios.
Prefiero pasar frío que encender la calefacción.
Pienso en cosas que me vuelven loca.
Prefiero doblar una pila de ropa que ir doblando de a poco.
Disfruto sufriendo. Me hace sentir viva.
Pero esto de ir presionando y llorando, llamando y odiando, pensando y analizando... quizás me siento demasiado viva. Cercana a la muerte de tan viva.
20.11.08
Psicoanálisis.
Tuve una infancia feliz.
Pero no "feliz", sino feliz.
No tenía celos de mi hermano. Eso empezó más tarde, bastante más tarde, cuando tomé consciencia de que siempre iba a tener que ser más responsable que él, ser responsable por él. Y ahí empecé a pegarle patadas y pegarle sin que mi mamá se enterase.
Pero hasta ese momento todo iba bien: lo quería, lo cuidaba, lo dormía, lo curaba. (Mi hermano descubrió este verano de qué era una cicatriz que tiene en la rodilla, cuando le conté la historia de cómo lo curé sin saber muy bien como, sin llegar a donde se guardaba el alcohol, sin saber qué hacer para que no llorara, pero eso es otra historia).
No estaba enamorada de mi papá, ni de mi mamá. Los admiraba. Porque mi papá era alto y fuerte, y podía hacer lo que quisiera, y tenía una caja llena de grillos; y porque mi mamá sabía dibujar palomas y círculos, hablaba inglés, cantaba muy bien y nos hacía títeres con cajas de cartón.
Nunca tuve miedo, salvo de algunas pesadillas con luchadores de sumo y atarme los cordones. Nunca temí a nadie. Nunca me impusieron nada. Siempre me explicaron por qué no.
Por eso cuando me dicen que odiar al hermano es normal, que la infancia es sufrimiento, que superar el Complejo de Edipo es lo que te hace adulto, me pregunto ¿hay algo malo en mí?
Pero no "feliz", sino feliz.
No tenía celos de mi hermano. Eso empezó más tarde, bastante más tarde, cuando tomé consciencia de que siempre iba a tener que ser más responsable que él, ser responsable por él. Y ahí empecé a pegarle patadas y pegarle sin que mi mamá se enterase.
Pero hasta ese momento todo iba bien: lo quería, lo cuidaba, lo dormía, lo curaba. (Mi hermano descubrió este verano de qué era una cicatriz que tiene en la rodilla, cuando le conté la historia de cómo lo curé sin saber muy bien como, sin llegar a donde se guardaba el alcohol, sin saber qué hacer para que no llorara, pero eso es otra historia).
No estaba enamorada de mi papá, ni de mi mamá. Los admiraba. Porque mi papá era alto y fuerte, y podía hacer lo que quisiera, y tenía una caja llena de grillos; y porque mi mamá sabía dibujar palomas y círculos, hablaba inglés, cantaba muy bien y nos hacía títeres con cajas de cartón.
Nunca tuve miedo, salvo de algunas pesadillas con luchadores de sumo y atarme los cordones. Nunca temí a nadie. Nunca me impusieron nada. Siempre me explicaron por qué no.
Por eso cuando me dicen que odiar al hermano es normal, que la infancia es sufrimiento, que superar el Complejo de Edipo es lo que te hace adulto, me pregunto ¿hay algo malo en mí?
19.11.08
Come, came, come.
Una y otra vez.
Hacía mucho que no era tan fácil, tan placentero, tan liviano.
Ni yo estaba tan libre, tan alejada, tan mía.
Todas las noches deberían ser como estas.
Hace un tiempo, lo eran.
Hacía mucho que no era tan fácil, tan placentero, tan liviano.
Ni yo estaba tan libre, tan alejada, tan mía.
Todas las noches deberían ser como estas.
Hace un tiempo, lo eran.
18.11.08
Arráncame la vida.
Privación sensorial.
No puedo seguir viendo bebés, ni embarazadas, ni luces de Navidad.
No puedo seguir encontrándome con esos libros con títulos inconvenientes, con esos músicos callejeros que tocan música inconveniente, con esos olores.
Esos olores, esos ojos, esas barbas, esa ropa, ese tipo de pelo, esa altura.
Necesito encerrarme en una habitación a oscuras, sólo yo y un montón de drogas para no pensar, para no sentir, para no hablar.
Y cuando todo esto pase, volver al mundo real.
No puedo seguir viendo bebés, ni embarazadas, ni luces de Navidad.
No puedo seguir encontrándome con esos libros con títulos inconvenientes, con esos músicos callejeros que tocan música inconveniente, con esos olores.
Esos olores, esos ojos, esas barbas, esa ropa, ese tipo de pelo, esa altura.
Necesito encerrarme en una habitación a oscuras, sólo yo y un montón de drogas para no pensar, para no sentir, para no hablar.
Y cuando todo esto pase, volver al mundo real.
Hueco.
Al despertarme, lo supe.
Hoy, mi útero está vacío. Y eso duele.
Porque se perdió esa suavidad, esa fragilidad, esa sonrisa, esa delicadeza al sostenerlo, y mecerlo, y dormirlo. Esas miradas ajenas a mi pequeño milagro. Ese amor imperecedero y profundo, esa felicidad al respirar, al respirarlo.
Se transformó en carne picada, y se esfumó en neblinas de consciencia.
Hoy, mi útero está vacío. Y eso duele.
Porque se perdió esa suavidad, esa fragilidad, esa sonrisa, esa delicadeza al sostenerlo, y mecerlo, y dormirlo. Esas miradas ajenas a mi pequeño milagro. Ese amor imperecedero y profundo, esa felicidad al respirar, al respirarlo.
Se transformó en carne picada, y se esfumó en neblinas de consciencia.
17.11.08
Destino
No todo está perdido.
No todo está ganado.
Estoy, estamos, en un terreno resbaladizo sin nada que hacer.
Porque yo lo dije todo, lo di todo, arriesgué todo.
Y él se asustó y se fue corriendo, sólo para saludarme desde la esquina sonriéndo.
¿Qué se supone que tengo que hacer?
¿Seguirlo y exponerme? ¿Seguirlo y asustarme? ¿Seguirlo y perderlo?
¿O quedarme esperando a que vuelva, a que piense, a que sienta?
Sólo esperaba palabras de él. Y sólo me dio dolor, dolor del olvido, dolor del pánico, dolor de la pérdida que nunca se produjo, porque nunca hubo nada que perder.
La vida sigue. Nosotros seguimos. Después de esta "crisis", de esta "tensión", de este agujero dentro mío que cada vez se hace más grande, a cada paso que doy, cada vuelta dentro de mi cabeza.
Mis sentimientos no cambiaron.
Los suyos, quizás.
Lo que cambió es el futuro.
Porque a pesar de que me diga que empieza a creer en el Destino, sé que la única que quiere forzarlo soy yo. La que lo espera y desespera, la que sigue acá, la que sacrificaría todo por una palabra suya.
Si no tengo eso, ya no sé quién soy.
No todo está ganado.
Estoy, estamos, en un terreno resbaladizo sin nada que hacer.
Porque yo lo dije todo, lo di todo, arriesgué todo.
Y él se asustó y se fue corriendo, sólo para saludarme desde la esquina sonriéndo.
¿Qué se supone que tengo que hacer?
¿Seguirlo y exponerme? ¿Seguirlo y asustarme? ¿Seguirlo y perderlo?
¿O quedarme esperando a que vuelva, a que piense, a que sienta?
Sólo esperaba palabras de él. Y sólo me dio dolor, dolor del olvido, dolor del pánico, dolor de la pérdida que nunca se produjo, porque nunca hubo nada que perder.
La vida sigue. Nosotros seguimos. Después de esta "crisis", de esta "tensión", de este agujero dentro mío que cada vez se hace más grande, a cada paso que doy, cada vuelta dentro de mi cabeza.
Mis sentimientos no cambiaron.
Los suyos, quizás.
Lo que cambió es el futuro.
Porque a pesar de que me diga que empieza a creer en el Destino, sé que la única que quiere forzarlo soy yo. La que lo espera y desespera, la que sigue acá, la que sacrificaría todo por una palabra suya.
Si no tengo eso, ya no sé quién soy.
Dique seco.
Y mientras miraba esa fuente gigantesca y ruidosa, con un nudo en la garganta, en el pecho y en todos los sitios donde se puedan tener nudos, fue cuando me di cuenta.
Este dolor es tan grande que no puedo ni llorar.
Este dolor es tan grande que no puedo ni llorar.
Sense of belonging.
Saliendo de Badajoz capital, el sol durmiéndose sobre los edificios, música conocidadesconocida en mis oídos, abrazos frescos en mi cuerpo, miradas amadas a la distancia y un hay veces que simplemente te adoro recién leído.
Y ahí me di cuenta de que en este preciso y precioso instante, a pesar de todo lo que pasó y está pasando, soy feliz.
Y ahí me di cuenta de que en este preciso y precioso instante, a pesar de todo lo que pasó y está pasando, soy feliz.
14.11.08
Nopuedoestarasí.
Tengo ganas de llorar.
Todo se fue a la mierda.
Todo.
Y acá estoy, en una casa ajena, en un portátil ajeno, con un nudo en la garganta y un sentimiento de vacío increíble.
Casi 4 años. Alimentando una idea, amando, disfrutando. Y todo a la mierda.
¿Por qué coño tuve que presionarlo? ¿Por qué no pude rallarme en soledad, como siempre?
Y ahora de repente ese horrible "sólo amigos" que me destroza, porque para mí él es más que eso, para mí lo es todo, es parte mía desde el comienzo.
Pero lo peor es saber que está mal, que está "amargado", que le hice tomar una decisión muy difícil, elegir entre su presente y posible futuro y su otro presente y un futuro imaginario.
Era la otra sin serlo, y me molestaba.
Ahora no soy nadie.
Y no sé si eso es así, no sé si es de verdad, no sé si puedo abrazarlo, llamarlo cuando esté mal, decirle que lo quiero.
Todo lo que habíamos avanzado, a la mierda.
Joder.
Soy subnormal profuda.
Probablemente lo medite y le diga lo que de verdad siento, una vez que pueda pensar con claridad. Porque ahora mismo...
Todo se fue a la mierda.
Todo.
Y acá estoy, en una casa ajena, en un portátil ajeno, con un nudo en la garganta y un sentimiento de vacío increíble.
Casi 4 años. Alimentando una idea, amando, disfrutando. Y todo a la mierda.
¿Por qué coño tuve que presionarlo? ¿Por qué no pude rallarme en soledad, como siempre?
Y ahora de repente ese horrible "sólo amigos" que me destroza, porque para mí él es más que eso, para mí lo es todo, es parte mía desde el comienzo.
Pero lo peor es saber que está mal, que está "amargado", que le hice tomar una decisión muy difícil, elegir entre su presente y posible futuro y su otro presente y un futuro imaginario.
Era la otra sin serlo, y me molestaba.
Ahora no soy nadie.
Y no sé si eso es así, no sé si es de verdad, no sé si puedo abrazarlo, llamarlo cuando esté mal, decirle que lo quiero.
Todo lo que habíamos avanzado, a la mierda.
Joder.
Soy subnormal profuda.
Probablemente lo medite y le diga lo que de verdad siento, una vez que pueda pensar con claridad. Porque ahora mismo...
12.11.08
Ex.
Aunque en realidad no lo quieras.
Aunque no pienses en eso.
En el fondo siempre está esa idea, agazapada, esperando para asaltarte apenas estés lo suficientemente cerca como para olerlo.
Son sólo unos segundos, pero eso activa la memoria y...
Aunque no pienses en eso.
En el fondo siempre está esa idea, agazapada, esperando para asaltarte apenas estés lo suficientemente cerca como para olerlo.
Son sólo unos segundos, pero eso activa la memoria y...
11.11.08
Escritura automática.
Todo me dice que sí. Los libros, las canciones, las personas.
Pero yo sigo diciendo que no.
Porque sí. Porque los cambios no siempre son buenos, porque me encanta donde estoy, porque no estoy segura de nada.
Las cosas llegan a límites insospechados. No poder dormir, estar tensa, no querer pensar. Pero haciéndolo.
Y cagándola al hacerlo.
Todo se resuelve a paso de hormiguita. Pero por lo menos lo hace. Y puedo dormir al ver que no estoy sola. Que todo sigue ahí, así, a pesar de haber abierto mi corazón y expuesto... todo.
Porque lo de antes fue un aperitivo en comparación con esto. Esto es la verdad pura y dura, y duele y molesta y no sé qué va a pasar. Pero sé que algo va a pasar.
Espero.
Y la cago una y otra vez. Huyo cuando me acerco a él, me cierro, hago bromas para alejarlo, para que no vea lo profundo que llega el dolor.
Y terminamos tristes, confundidos, enojados. Los dos, por mí. Y la cosa llega a más y los besos ya no lo resuelven. Y todo se vuelve a resquebrajar y tengo el mismo miedo que al principio, el miedo al fin, el miedo a él después del fin.
Porque yo puedo. Yo sé que puedo, porque ya lo hice. Pero él no así, a lo bestia. Con tanto futuro perdido. Yo no tengo futuro. Yo no tengo nada más que presente. Él imaginó un futuro, vago, confuso, indefinido. Pero que en él existe.
Y hoy sólo quiero hablar y hablar y hablar. De nada en concreto. De todo en mi vida. De todos en mi vida. Llevo alejando de acá todo lo importante, todas mis dudas, todos mis problemas reales.
Porque la gente que está cerca mío los sabe, o no.
Porque la persona con la que comparto mi vida no tiene por qué preguntarse a cada momento qué está haciendo mal para que yo esté tan jodida a veces (y no hace nada mal, vengo jodida de fábrica).
Porque por una vez no puedo contar todo, tengo secretos, una vida privada, una vida interior que nadie tiene por qué saber, porque la gente es muy cotilla y muy hijaputa y no, no, no, no tienen por qué meterse en mi vida, lo que me hace feliz y lo que me entristece.
Y ahora quiero hablar. Quiero decirles que soy feliz a ratos, que me doy cuenta de la suerte que tengo con los amigos y la familia que me tocaron, que me descubro a mí misma cada día más, que tengo muchos proyectos que nunca llevo a cabo, que tengo responsabilidades que eludo y que me jode, que extraño mucho a quien no tengo cerca pero sí cerca del corazón, que me planteo el sentido y la dirección de mi vida varias veces al día, que planeo dejarlo todo y empezar de 0 como mínimo una vez a la semana, que lloro por las noches cuando me apetece, que estoy de mal humor porque sí, porque puedo y porque quiero, que me cabreo con la gente, y me amigo, que no tengo nada de qué hablar con muchas personas, que me gusta mi vida en términos generales y que estoy enamorada.
Quiero decir todo eso y lo hago, pero me guardo los miles de matices, me guardo mi vida, me guardo mis sueños.
Digo generalidades, vaguezas, hints.
Todo me resbala.
Leo, lloro, como, paseo, escucho música, voy a clase, duermo, quisiera fumar para pasar el rato, mirar por la ventana mientras fumo y me siento plena (la gente que fuma tiene pinta de sentirse plena), hago planes, voy a exposiciones, abrazo, río, camino, subo, bajo, observo.
Y la vida sigue, y la vida pasa.
Y yo acá, en Sevilla, calle Fedra nº 5, 6ºC.
En noviembre del 2008.
En tercer año de la carrera.
Con un pie acá y otro en otra parte: en el aire, en Madrid, en Los Santos, en Argentina, en Inglaterra, en Salamanca, en Badajoz, en el futuro.
Volando de amor en amor. De persona en persona. De amigo en amigo. De sol en sol. De fiesta en fiesta. De concierto en concierto. De vida en vida.
Y todo sigue.
Sola, junta, acompañada, solitaria, excluída, alejada, libre, cautiva, atemorizada, comprendida, enredada. Enredada con él.
Tanto que lo invade todo, que no puedo desenredarme, que no quiero desenredarme. Que sigue ahí y no se va, que quiere quedarse, que quiero que se quede. Y se comunica conmigo y me comunico con él y es él, el de siempre, el nuevo, el otro, el mío. Y yo soy yo, la de siempre, la nueva, la otra, la suya y la mía y la tuya.
Todo sigue.
Y yo sigo, danzando, girando, bailando, moviéndome. Le artoc sarta esradeuq otneimacnaste.Contra el estancamiento y quedarse atrás.
Porque si me muevo no me quedo quieta, si me quedo quieta me muero, si me muero no soy, si no soy me alejo, si me alejo me pierdo, si me pierdo.
Me voy, cual bailarina veloz, buscando otros horizontes, otras metas, otras personas, otros amores.
Amor, amor, amor.
All you need is love.
Love.
Love is all you need.
Y yo de eso tengo mucho. Para dar. Que recibo. Mío y ajeno y prestado y regalado.
Ahora sí, de verdad.
Espérenme en la esquina de siempre/sin ninguna cita hecha previamente/pero con la firme intuición de verme.
Apareceré. Como un espectro, como una luz, como una llama, como una sombra, con mis múltiples disfraces, como yo, como soy, como seré, sola, acompañada, feliz, triste, completa.
[A pesar de muchas cosas, creo que este texto se merecía un sitio acá. Porque soy yo, pero otro yo. Uno más críptico y reservado. Uno más de cara al público. Uno Liepa.]
Pero yo sigo diciendo que no.
Porque sí. Porque los cambios no siempre son buenos, porque me encanta donde estoy, porque no estoy segura de nada.
Las cosas llegan a límites insospechados. No poder dormir, estar tensa, no querer pensar. Pero haciéndolo.
Y cagándola al hacerlo.
Todo se resuelve a paso de hormiguita. Pero por lo menos lo hace. Y puedo dormir al ver que no estoy sola. Que todo sigue ahí, así, a pesar de haber abierto mi corazón y expuesto... todo.
Porque lo de antes fue un aperitivo en comparación con esto. Esto es la verdad pura y dura, y duele y molesta y no sé qué va a pasar. Pero sé que algo va a pasar.
Espero.
Y la cago una y otra vez. Huyo cuando me acerco a él, me cierro, hago bromas para alejarlo, para que no vea lo profundo que llega el dolor.
Y terminamos tristes, confundidos, enojados. Los dos, por mí. Y la cosa llega a más y los besos ya no lo resuelven. Y todo se vuelve a resquebrajar y tengo el mismo miedo que al principio, el miedo al fin, el miedo a él después del fin.
Porque yo puedo. Yo sé que puedo, porque ya lo hice. Pero él no así, a lo bestia. Con tanto futuro perdido. Yo no tengo futuro. Yo no tengo nada más que presente. Él imaginó un futuro, vago, confuso, indefinido. Pero que en él existe.
Y hoy sólo quiero hablar y hablar y hablar. De nada en concreto. De todo en mi vida. De todos en mi vida. Llevo alejando de acá todo lo importante, todas mis dudas, todos mis problemas reales.
Porque la gente que está cerca mío los sabe, o no.
Porque la persona con la que comparto mi vida no tiene por qué preguntarse a cada momento qué está haciendo mal para que yo esté tan jodida a veces (y no hace nada mal, vengo jodida de fábrica).
Porque por una vez no puedo contar todo, tengo secretos, una vida privada, una vida interior que nadie tiene por qué saber, porque la gente es muy cotilla y muy hijaputa y no, no, no, no tienen por qué meterse en mi vida, lo que me hace feliz y lo que me entristece.
Y ahora quiero hablar. Quiero decirles que soy feliz a ratos, que me doy cuenta de la suerte que tengo con los amigos y la familia que me tocaron, que me descubro a mí misma cada día más, que tengo muchos proyectos que nunca llevo a cabo, que tengo responsabilidades que eludo y que me jode, que extraño mucho a quien no tengo cerca pero sí cerca del corazón, que me planteo el sentido y la dirección de mi vida varias veces al día, que planeo dejarlo todo y empezar de 0 como mínimo una vez a la semana, que lloro por las noches cuando me apetece, que estoy de mal humor porque sí, porque puedo y porque quiero, que me cabreo con la gente, y me amigo, que no tengo nada de qué hablar con muchas personas, que me gusta mi vida en términos generales y que estoy enamorada.
Quiero decir todo eso y lo hago, pero me guardo los miles de matices, me guardo mi vida, me guardo mis sueños.
Digo generalidades, vaguezas, hints.
Todo me resbala.
Leo, lloro, como, paseo, escucho música, voy a clase, duermo, quisiera fumar para pasar el rato, mirar por la ventana mientras fumo y me siento plena (la gente que fuma tiene pinta de sentirse plena), hago planes, voy a exposiciones, abrazo, río, camino, subo, bajo, observo.
Y la vida sigue, y la vida pasa.
Y yo acá, en Sevilla, calle Fedra nº 5, 6ºC.
En noviembre del 2008.
En tercer año de la carrera.
Con un pie acá y otro en otra parte: en el aire, en Madrid, en Los Santos, en Argentina, en Inglaterra, en Salamanca, en Badajoz, en el futuro.
Volando de amor en amor. De persona en persona. De amigo en amigo. De sol en sol. De fiesta en fiesta. De concierto en concierto. De vida en vida.
Y todo sigue.
Sola, junta, acompañada, solitaria, excluída, alejada, libre, cautiva, atemorizada, comprendida, enredada. Enredada con él.
Tanto que lo invade todo, que no puedo desenredarme, que no quiero desenredarme. Que sigue ahí y no se va, que quiere quedarse, que quiero que se quede. Y se comunica conmigo y me comunico con él y es él, el de siempre, el nuevo, el otro, el mío. Y yo soy yo, la de siempre, la nueva, la otra, la suya y la mía y la tuya.
Todo sigue.
Y yo sigo, danzando, girando, bailando, moviéndome. Le artoc sarta esradeuq otneimacnaste.Contra el estancamiento y quedarse atrás.
Porque si me muevo no me quedo quieta, si me quedo quieta me muero, si me muero no soy, si no soy me alejo, si me alejo me pierdo, si me pierdo.
Me voy, cual bailarina veloz, buscando otros horizontes, otras metas, otras personas, otros amores.
Amor, amor, amor.
All you need is love.
Love.
Love is all you need.
Y yo de eso tengo mucho. Para dar. Que recibo. Mío y ajeno y prestado y regalado.
Ahora sí, de verdad.
Espérenme en la esquina de siempre/sin ninguna cita hecha previamente/pero con la firme intuición de verme.
Apareceré. Como un espectro, como una luz, como una llama, como una sombra, con mis múltiples disfraces, como yo, como soy, como seré, sola, acompañada, feliz, triste, completa.
[A pesar de muchas cosas, creo que este texto se merecía un sitio acá. Porque soy yo, pero otro yo. Uno más críptico y reservado. Uno más de cara al público. Uno Liepa.]
10.11.08
Todo por amor.
¿Sí o no?
(Y ahora es cuando me pregunto si realmente vale la pena todo esto. Aunque ya sé la respuesta.)
(Y ahora es cuando me pregunto si realmente vale la pena todo esto. Aunque ya sé la respuesta.)
6.11.08
Intimo contacto.
Era un movimiento único, rítmico, constante.
El mismo movimiento, que pasaba de una pierna a la otra, de un pantalón al otro, de su pierna a la mía.
El mismo movimiento desde el principio de los tiempos.
Los dos hacíamos como que no pasaba nada. Mirábamos al frente, seguíamos con nuestra vida.
Tenía miedo de mirar debajo de la mesa, y que de golpe la magia se rompiese.
El mismo movimiento, que pasaba de una pierna a la otra, de un pantalón al otro, de su pierna a la mía.
El mismo movimiento desde el principio de los tiempos.
Los dos hacíamos como que no pasaba nada. Mirábamos al frente, seguíamos con nuestra vida.
Tenía miedo de mirar debajo de la mesa, y que de golpe la magia se rompiese.
5.11.08
Ese monstruo verde y horrible.
Está terriblemente mal que me ponga celosa de que él quiera conocer a ella.
¿Verdad?
La misma ella que logró hacerme sentir insegura más de una vez y de dos y de tres. La que hizo que ahora me vista y deje de deambular desnuda por las mañanas. La misma ella con la que es tan difícil luchar, sobretodo porque la lucha esta sólo en mi mente.
Es difícil compararme con un fantasma que no está interesado en ser comparado con nadie, y que nadie compara conmigo.
¿Verdad?
La misma ella que logró hacerme sentir insegura más de una vez y de dos y de tres. La que hizo que ahora me vista y deje de deambular desnuda por las mañanas. La misma ella con la que es tan difícil luchar, sobretodo porque la lucha esta sólo en mi mente.
Es difícil compararme con un fantasma que no está interesado en ser comparado con nadie, y que nadie compara conmigo.
Septum.
Hay personas que, siendo de día y estando yo sobria, son mucho más guapas de lo que recordaba.
Hoy me crucé con uno de ellos.
Madre mía, qué ojos...
Hoy me crucé con uno de ellos.
Madre mía, qué ojos...
4.11.08
Recuento.
Ayer, al irme a dormir, me di cuenta de todo lo que tengo.
Y de lo que perdí.
Tengo una familia cada vez más grande en Sevilla, llena de gente con la que hablo, me rio, juego, pienso, disfruto.
Tengo miembros antiguos de esa familia que son capaces de luchar contra el cansancio y contra el reloj para venir a pasar una hora conmigo el día de mi cumpleaños. Tengo miembros nuevos de esa familia que compran comida a último momento, y globos, y piñatas, y máscaras, todo para que yo sea feliz.
Tengo amigos que a pesar de la distancia, siento que están conmigo siempre. Y tengo amigos que ya no creo que lo sean, a los que voy perdiendo y que se van alejando y ni siquiera les importa.
Soy rica. No estoy sola. Soy feliz.
Y de lo que perdí.
Tengo una familia cada vez más grande en Sevilla, llena de gente con la que hablo, me rio, juego, pienso, disfruto.
Tengo miembros antiguos de esa familia que son capaces de luchar contra el cansancio y contra el reloj para venir a pasar una hora conmigo el día de mi cumpleaños. Tengo miembros nuevos de esa familia que compran comida a último momento, y globos, y piñatas, y máscaras, todo para que yo sea feliz.
Tengo amigos que a pesar de la distancia, siento que están conmigo siempre. Y tengo amigos que ya no creo que lo sean, a los que voy perdiendo y que se van alejando y ni siquiera les importa.
Soy rica. No estoy sola. Soy feliz.
Prohibido.
No. No hagas eso.
No cierres los ojos de esa manera cuando te quito una pestaña.
No es justo.
No cierres los ojos de esa manera cuando te quito una pestaña.
No es justo.
2.11.08
A los anónimos.
Hay gente que me lee y que sé, o al menos intuyo, que me lee.
Hay gente que me lee que no tengo ni idea de que me lee.
Hay gente que me lee a la que conozco.
Hay gente que me lee a la que no conozco.
Hay gente que me lee que me conoce.
Hay gente que me lee que no me conoce.
Y está la gente que, sin que yo sepa que me lee, ni conocerla, ni que me conozca a mí, interpreta de una manera literal lo que escribo y despierta a mi novio un sábado por la mañana para contárselo. Para insistirle que lo lea. Para decirle que tenga cuidado. Para preocuparlo por cosas que no son tan preocupantes como para que se las diga yo, pero que sí lo van a hacer sentir mal consigo mismo, y por eso mismo no se las digo.
Creí que nunca iba a tener que decir esto, pero parece que es necesario.
Esto, este sitio, es mi sitio. El único donde puedo ser totalmente yo, decir lo que de verdad pienso, descargarme.
Y esta persona que escribe... ciclotímica es algo suave para describirla. Soy cambiante, exagerada, dramática, fatalista, ¿dije ya cambiante?.
Es mi única parcela privada para él, para ese novio que nombro oficialmente por primera vez. Porque entiende que necesito hacer catarsis de alguna manera. No lo lee. No dejo que lo lea. Porque quiero seguir siendo yo, escribiendo lo que pienso. Que no significa que no le cuente a él lo que escribo.
Así que, personas anónimas que me leen sin dejarme un mísero comentario, están avisadas.
No se tomen al pie de la letra lo que escribo. No se alarmen porque probablemente al día siguiente haya un post que contradiga al anterior. No crean que todo es negativo: soy una persona negativa que prefiere mostrar lo malo y reservarse lo bueno para disfrute personal.
Así que no vuelvan a despertarlo y hacer que se preocupe por algo por lo que no se debería preocupar.
Pero si de verdad les importa: ya lo hablamos. Lo seguiremos hablando hasta encontrar el equilibrio.
Aunque no sé si podré controlar mis impulsos: de complacerlo olvidándome de mí y de volver a ser yo y asustarlo.
Pero lo quiero. Y me quiere. Y hace que mi mundo sea un lugar más brillante cuando sonríe. Ahora mismo, eso es todo lo que importa.
Hay gente que me lee que no tengo ni idea de que me lee.
Hay gente que me lee a la que conozco.
Hay gente que me lee a la que no conozco.
Hay gente que me lee que me conoce.
Hay gente que me lee que no me conoce.
Y está la gente que, sin que yo sepa que me lee, ni conocerla, ni que me conozca a mí, interpreta de una manera literal lo que escribo y despierta a mi novio un sábado por la mañana para contárselo. Para insistirle que lo lea. Para decirle que tenga cuidado. Para preocuparlo por cosas que no son tan preocupantes como para que se las diga yo, pero que sí lo van a hacer sentir mal consigo mismo, y por eso mismo no se las digo.
Creí que nunca iba a tener que decir esto, pero parece que es necesario.
Esto, este sitio, es mi sitio. El único donde puedo ser totalmente yo, decir lo que de verdad pienso, descargarme.
Y esta persona que escribe... ciclotímica es algo suave para describirla. Soy cambiante, exagerada, dramática, fatalista, ¿dije ya cambiante?.
Es mi única parcela privada para él, para ese novio que nombro oficialmente por primera vez. Porque entiende que necesito hacer catarsis de alguna manera. No lo lee. No dejo que lo lea. Porque quiero seguir siendo yo, escribiendo lo que pienso. Que no significa que no le cuente a él lo que escribo.
Así que, personas anónimas que me leen sin dejarme un mísero comentario, están avisadas.
No se tomen al pie de la letra lo que escribo. No se alarmen porque probablemente al día siguiente haya un post que contradiga al anterior. No crean que todo es negativo: soy una persona negativa que prefiere mostrar lo malo y reservarse lo bueno para disfrute personal.
Así que no vuelvan a despertarlo y hacer que se preocupe por algo por lo que no se debería preocupar.
Pero si de verdad les importa: ya lo hablamos. Lo seguiremos hablando hasta encontrar el equilibrio.
Aunque no sé si podré controlar mis impulsos: de complacerlo olvidándome de mí y de volver a ser yo y asustarlo.
Pero lo quiero. Y me quiere. Y hace que mi mundo sea un lugar más brillante cuando sonríe. Ahora mismo, eso es todo lo que importa.
1.11.08
Engañar como respirar.
Ya no soy yo.
Al menos no soy esa que logré formar, conformar, con mucho esfuerzo, llanto y dolor. Y risas, que no todo fue negativo.
Creo que mi espíritu complaciente me ha transformado en esa que él quiere.
Que no es la que yo quiero.
Me amoldo a su cuerpo y a sus deseos. Acaricio su brazo cuando en realidad quiero morderlo. Hago el amor cuando en realidad quiero un polvo salvaje. Dejo que me haga algo terriblemente especial (y probablemente cursi) por mi cumpleaños, cuando sólo quiero una cena y dormir temprano. Hago las cosas a desgana, sin pasión, sin energía.
Y esa apatía invade otros campos de mi vida, como una niebla, como él.
Quien me conozca se estará preguntando por qué no hago algo, por qué no me rebelo contra las imposiciones, por qué no soy yo misma y no esta especie de geisha.
Porque no son imposiciones. Son cosas que hago para hacerlo feliz. Y creo que el mayor problema es que lo considero un sacrificio por el otro, así como él hace sacrificios por mí.
En el fondo sigo teniendo miedo, sigo pensando que terminará huyendo al no soportar la psicosis: se subirá a su caballo blanco y cabalgará hacia el horizonte en busca de otra damisela en apuros.
Pero mientras miro fijamente la pared y deseo que todo acabe pronto para poder dormir, me pregunto si esto no acelerará el final. Me pregunto si no será mejor que se asuste y se vaya.
Porque no voy a poder seguir así mucho tiempo más.
Y cuando vuelva a ser yo... oh, boy.
Al menos no soy esa que logré formar, conformar, con mucho esfuerzo, llanto y dolor. Y risas, que no todo fue negativo.
Creo que mi espíritu complaciente me ha transformado en esa que él quiere.
Que no es la que yo quiero.
Me amoldo a su cuerpo y a sus deseos. Acaricio su brazo cuando en realidad quiero morderlo. Hago el amor cuando en realidad quiero un polvo salvaje. Dejo que me haga algo terriblemente especial (y probablemente cursi) por mi cumpleaños, cuando sólo quiero una cena y dormir temprano. Hago las cosas a desgana, sin pasión, sin energía.
Y esa apatía invade otros campos de mi vida, como una niebla, como él.
Quien me conozca se estará preguntando por qué no hago algo, por qué no me rebelo contra las imposiciones, por qué no soy yo misma y no esta especie de geisha.
Porque no son imposiciones. Son cosas que hago para hacerlo feliz. Y creo que el mayor problema es que lo considero un sacrificio por el otro, así como él hace sacrificios por mí.
En el fondo sigo teniendo miedo, sigo pensando que terminará huyendo al no soportar la psicosis: se subirá a su caballo blanco y cabalgará hacia el horizonte en busca de otra damisela en apuros.
Pero mientras miro fijamente la pared y deseo que todo acabe pronto para poder dormir, me pregunto si esto no acelerará el final. Me pregunto si no será mejor que se asuste y se vaya.
Porque no voy a poder seguir así mucho tiempo más.
Y cuando vuelva a ser yo... oh, boy.
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