Me entusiasma que me llames como antes, que me modifiques, que cambies mi nombre por una palabra inventada, signo de mi infancia en tu boca. Pero te pido que tras los inviernos altos en los que los cuerpos se cierran como cremalleras, no me pronuncies, ni en voz baja.
...................................................................FJNL
Tengo una vespa amarilla. Viene con un cartero, y con sus cartas.
La vespa es lo que lo mueve, lo que los transporta. Muestra las distancias y el amor. Muestra a Cristina. Se la lee a través de sus versos. Vivir en dos ciudades, tan alejados como dos árboles que no pueden tocarse. Habla de las ausencias, de los viajes, de los huecos. Pero también de empezar de nuevo juntos.
El cartero es lo que es. Su pueblo, su ciudad, su familia, sus pensamientos. Lo que lo sostiene y lo crea, lo que lo hizo llegar a donde llegó. El cartero tiene sus rizos y su sonrisa franca debajo de la gorra. El cartero es el chico que conozco, aquel al que le inventaba el nombre.
Las cartas son todo un mundo. Pequeñas historias ajenas, llenas de calidez. Mi historia, tu historia, la historia de la madre y el hijo, historias de amor ajenas y que son de todos a la vez.
Tengo una vespa amarilla. Y me encanta.
No lo entendí, me lo escribes en un papelito y lo pones adentro de una galleta sin sabor ?
ResponderBorrarMe has metido ganas de leer una vespa amarilla :3
ResponderBorrarMe gusta gustarte. Quiero decir que me gusta que te guste mi libro. Bueno, o que te guste yo. Sin ti ese poema no existiría, tampoco este texto, pero lo peor de no existir tú sería la inexistencia de ti, lo que implicaría un desastre que no se perderían los telediarios. Un beso muy fuerte.
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