Bajé del autobus, crucé el puente, opresión en el pecho, mirando para todos lados.
Entré en la tienda, di vueltas, sonreí. Elegí una caja pequeña, verde manzana, con cuadros blancos.
Subí al autobus.
Caminé.
Ascensor.
Saqué la caja de la bolsa, le saqué el precio, la abrí.
Postales, nota, pistas de la ginkana, tortuga de cristal, muñeca descabezada, collar en su bolsita, vela de mi cumpleaños, plano de los Reales Alcázares, nariz de payaso, pinza mágica, almizcle, entrada de Just another love story, caracolitos (3).
Todo él de mi habitación en una caja en mi armario.
¿Por qué no me siento libre?
¿Por qué sigo con esa carga?
¿Por qué quiero llorar?
¿Por qué no puedo?
Qué duro es leerte últimamente, de verdad Ana.
ResponderBorrarUn besazo (y copos de nieve¡¡¡¡)