Soy amor.
Regalo fibras de mi corazón a la gente que la vida me acerca. Reparto mi corazón a trozos, a cachitos, a pedazos, a montones.
Y la gente me da trozos del suyo para que lo reconstruya. Pero no son suficientes.
Las personas estiran mis fibras. Las aplastan, las machacan, las queman. Las cuidan, las miman, las alimentan.
A veces, me las devuelven. A veces, se las llevan muy lejos. A veces, siempre estuvieron lejos. A veces, ni los conozco. A veces, les regalo también otras partes.
A veces, ellos vuelven.
A veces, los pedazos se regeneran.
Pero casi siempre no tengo nada. Lo dí todo, a todos. Y el hueco en mi pecho, que debería ser un agujero negro, es un monumento de granito.
"A la entrega" reza.
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