Los dedos de sus pies son pequeños y rechonchos, de esos con los que te apetece jugar a los cinco cerditos. Sus pies son más delicados que los míos, más blandos, más suaves.
Tiene pantorrillas finas y rodillas puntiagudas, muslos poderosos, caderas pequeñas. Un ombligo como un agujero negro, costillas masticables, pecho cómodo, hombros redondos, espalda segura y reconfortante. Brazos cálidos, manos prolijas, dedos largos. Un cuello lleno de recovecos, orejas con balcón blanco, nariz única, deforme y preciosa, cicatrices que me recuerdan la suerte de tenerlo, boca suave y saborizada, ojos sobrenaturalmente trasparentes. Piel acariciable, terciopelosa.
Todo él es acariciable, suave, cálido, cómodo, masticable, seguro, reconfortante, único, grande pero pequeño pero grande.
Cuidado, luego se me sube el ego y la gente no me aguanta :P
ResponderBorrar(Quién puede tener complejos con cosas como esa).
(Menuda cara se me ha puesto, en el curro).
Jo, yo también quiero.
ResponderBorrar¡Pero si tú tienes novio! :P
ResponderBorrar(¡Es broma, es broma!)
Mientras que te aguante yo... XD
ResponderBorrarDecía que yo también quiero esa tranquilidad que se lee en los textos de Ann últimamente.
ResponderBorrarPero claro, eso ya sería mucho interpretar de cuatro palabras xD
No sería la primera vez que me lo planteara.
ResponderBorrarLo de vivir juntas, digo.