30.9.08

A veces, los profesores tienen razón.

"La vida pesa tanto que la gente tiene derecho a pasarse dos horas soñando, riéndose, pensando que es más guapo, más alto, más rubio, mejor."

........................................................................................... Carlos Colón Perales, profesor de Historia del Cine Universal.

27.9.08

Impulso(s) eléctrico(s).

De su hombro a mis dedos, a mi mano, a mi antebrazo, a mi codo, a mi biceps, a mi hombro, a mi pecho, a mi corazón y un latido de más, sólo uno.
Pero lo suficiente como para, en ese latido, pensar "¿debería haberlo tocado delante suyo?".

Gracias, gracias, mil gracias.

Agradezco profundamente que no sean del tipo pegajoso. Ni siquiera del cariñoso.
Porque si llegan a darse la mano, habría perdido todo mi autocontrol.






(Y sí, son celos. Celos asquerosos, verdes y viscosos. Dejenme en paz. Tengo derecho a ponerme celosa una vez al año, ¿no?)

Figura fija/Figura en movimiento

Creo que las fotos no le hacen justicia
a la maravillosa sonrisa que puso al verme
al brillo de sus ojos al hablar
y a la calidez que desprende.

La otra.

Me gustaría haberle visto algún defecto, para poder odiarla tranquilamente por tener lo que yo quiero.

26.9.08

Dolor repentino.

"Están viejos, enfermos y son pobres."

24.9.08

Enamorante.

No sé si me enamora la música o él.

22.9.08

Lo-li-ta.

Durante un instante, el corazón se me paró.
Sólo fue un momento, un segundo tal vez, pero me pasaron mil preguntas por la cabeza. La más acuciante fue ¿qué está haciendo acá?.
Mi duendecito, con su pelo corto (a veces negro, a veces rojo, a veces quiénsabe), su nariz pequeña y respingona, sus maravillosas pecas, su cuerpo menudo y sus manos delicadas.
No la vi muchas veces, 50 quizás, pero fue más que suficiente. Nunca podré olvidarla con su vestido turquesa, cenando al lado mío mientras se reía de quién sabe qué, arrugando la nariz y abriendo mucho la boca.

Y así, al verla cruzar la calle en el cuerpo de otra, descubrí que inconscientemente llevo buscándola 5 años. Buscando sus rasgos, sus expresiones, su voz, y lo más importante: la manera en la que me hacía sentir.
La busco en la calle, en mis amigas, en mis compañeras de clase, en los libros, en las películas. Es Tonks, es Alice, es otra Alice.

La imagino como esa nínfula que era, esa hadita que revoloteaba a mi alrededor, esa preciosidad turquesa que entró en mi vida como un vendaval y como él se fue, dejándome esta sensación indefinible y mi primera obsesión.

Prefiero recordarla así, como era, y no como la muñeca rota que sé que es, que su único enlace conmigo (cada vez más difuso, por cierto) me cuenta que es. Y contaría de qué forma está rota, pnesaba hacerlo, pero tuve que borrarlo al escribirlo, porque verlo expresado me da ganas de llorar y me aferro más a su recuerdo y niego su realidad, una realidad demasiado dura para que sea suya, de mi dulce primera nínfula.

Duda antigua.

¿Morderé demasiado fuerte estando borracha?


(¿Será por eso por lo que no me llamó?)

20.9.08

Filípica.

Sé que debería justificarme y explicar por qué lo hice, por qué me di la vuelta y me fui, pero no voy a hacerlo. Porque me estoy hartando de tener que aguantar los golpes, voluntarios e involuntarios, y encima pedir perdón por quién sabe qué.
Ahora entiendo que me dijeses que Ana estaba rara: no lo está. Simplemente cambió. Como yo. Como todos, en mayor o menor medida. Así que dejame en paz de una buena vez. Porque últimamente cada vez que hablamos sólo me pongo de mal humor, me cabreo, estoy a la defensiva y salgo con inseguridades y planteos negativos que antes no tenía.
Soy dura con vos, lo sé. Pero me harté de ser tu muñequita de bizcocho. Y de sentirme culpable por ser quién soy ahora, por no ser la misma de antes, por no depender tanto de vos, por cansarme de ceder y ceder y nunca ganar y ni siquiera empatar.
En nuestra relación siempre fuiste el dominante. Pero ahora mismo le digo a la vida fuck off y me harto de seguir directrices y agachar la cabeza y asentir, y poner el bienestar de los demás por encima del mío.
Especialmente si ese demás sólo sabe mirar su propio ombligo egoístamente, intentando que vuelva a ser la de antes, cuando le convenía que fuese así, porque cedía y él ganaba.
Y sé que esto es un monólogo, pero no puedo hablarlo con vos, porque desaparecés apenas te digo dos verdades y me empezás a echar mierda pasada, presente y futura a la cara, porque no me escuchás, porque te afianzás en tu postura y a mi que me den.Y eso no, señor, no.
Que te den a vos.

18.9.08

Simultáneo.

Y mientras hablo con él, descubro que no es fácil estar al lado mío. A pesar de lo que él diga después.

16.9.08

Psicoanálisis.

Creo que finalmente descubrí qué hay detrás de todo esto.

Vivo el personaje que creé para otros.

Danza lenta.

Nunca olvidaré ese beso. Nunca olvidaré muchos besos y ese es uno de los inolvidables.
Charla en la esquina de siempre del Ferial. Hablando sobre nuestras vidas, Sevilla, alcohol. Simplemente queriendo estar juntos, después de una semana sin vernos y sin mensajes, y de cuatro meses de vernos y mensajes. Llamada a mi móvil. Hora de irse, nos vemos en Sevilla, vení a ver mi piso. Beso 1, comisura de los labios. Beso 2, es interrumpido por su boca. Una boca familiar, mil veces recorrida. Beso suave, tierno, que no tenía nada que ver con el sexo, un beso que demostraba todo lo que sentíamos el uno por el otro, todo lo que nos separó.
Y me pregunto dónde fue todo eso, ese cariño, ese ¿amor?, esas promesas, esas miradas, esas caricias. En qué otros cuerpos se perdieron, en qué botella se dejaron, en qué lágrimas se evaporaron, en qué cenizas desaparecieron.
Y me pregunto si otra (¿otras?) relaciones no hubiesen aparecido en nuestros caminos, ¿dónde estaríamos ahora?

Primeros días del resto de mi vida.

Hace tres años, empecé mi nueva vida de un manera espectacular: en un mismo fin de semana estuve con el amor de mi vida y con uno de los candidatos a primer amor.
Demostré lo loca que me tiene, lo fácilmente manipulable que soy (con él), lo mucho que lo deseo, lo que nos divertimos juntos, lo que le gusto, la inocencia que sigo teniendo.
Bailé una danza lenta, un beso familiar mil veces repetido, esas ganas locas de abrazarlo, ese flotar mientras me alejaba y me preguntaba qué acababa de pasar.
Sin olvidarme de yo al día siguiente, repitiendo "guay" cabreada, encaminándome a lo desconocido, comiendo tortilla y pasta, dando regalos con dedicatorias y recibiendo abrazos a cambio (de otro candidato a primer amor, por cierto), y después profanando camas ajenas, robando condones, durmiendo con él por primera vez (su mano en mi cintura), pasando vergüenza semidesnuda y probando lo que iba a ser mi vida.

Reflexión.

¿Será esto los primeros síntomas de arrepentimiento?

Fact VII.

A veces la sinceridad es mi cruz.

Fact VI.

Me gustaría que me dominen.

Small world.

En mi mundo existe la merienda salada y la cena dulce, las cenas de madrugada, el alcohol sin sentido, las maratones televisivas, el llanto nocturno y el encierro en soledad.

11.9.08

Fact V.

Me cuesta dormir sin otra respiración.

Responsabilidad.

De repente el vértigo aumenta, y empiezo a girar y el mundo gira en dirección contraria y sólo puedo pensar una y otra vez "por favor, por favor".
Porque todo se tambalea debajo mío, porque el próximo año puede ser totalmente distinto, y todo por mi incapacidad de concentrarme, de levantarme por las mañanas, de tener mejores prioridades.
Y pienso en trabajar, en todos los viajes que quería hacer este año pero que no voy a poder, en no ir al cine, en no salir, en no comprar, en no gastar. No no no. No a todo y no a nada. Simplemente no.

8.9.08

Duda repentina.

¿Las ganas de llorar se van en algún momento?

Formas.

Las reconozco por cómo caben dentro de mí.

A media luz.

Y me sorprendo pensando en otras noches al limpiarme los pies antes de entrar en la cama.
Y me sorprendo comparando nimiedades.
Y me sorprendo deseando lo que no tengo, y valorando lo que sí.
Y me sorprendo desesperada, preguntándome si esto se va a acabar alguna vez, si voy a poder simplemente disfrutar de lo que tengo, sin pensar en pasado ni futuro.

4.9.08

Lo difícil II.

Es difícil recordar que no soy su madre si tengo que despertarlo, cocinarle, servirle, y ordenar todo después.

Mirando la estantería.

Y así fue como descubrí que no soy ya la que no puede mantener las relaciones, es Sevilla la que me hace estar así, la que no me da la fuerza como para intentarlo.

2.9.08

This ain't over 'till I say it's over...

Justo cuando me costaba trabajo unir tus facciones a tu cara y parecías más un cuadro cubista que otra cosa, la magia del Internet me regala unas fotos tuyas, sonriendo, sonriéndome.





Y cómo explicar por qué lo sé, por qué creo firmemente que sos el final de mi viaje, por qué sólo me entrego por completo a vos, por qué te reservo caminos vírgenes para explorar, por qué estamos tan unidos a pesar de estar tan separados, por qué volvemos al otro y hablamos dando vueltas, en hipótesis, sonriendo con los ojos, separados pero juntos.