Ayer, en un estado de duermevela, encontré la nueva dirección perfecta.
Y de repente me empezaron a venir cosas a la cabeza, cosas que transformé en un algo convenientemente anotado en un pañuelo de papel, a las 2.38 de la mañana. Sólo después pude dormir:
"Oh, fetiche mío"
me pongo melodramática
mientras abro las piernas
y escribo con los pies.
"Oh, fetiche mío"
digo como si importara
mientras arranco trozos de mi piel
y se los tiro a los leones.
"Oh, fetiche mío"
me estremezco al decirlo
mientras revuelvo entre los cadáveres
buscando quién sabe qué.
"Oh, fetiche mío"
grito mientras me desnudo
y me expongo a los buitres de mi útero.
"Oh, fetiche mío"
murmuro al viento mientras desaparezco
y soy reemplazada por la Nada.
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