Llevo años intentando demostrar que no soy como esas, como ellas, esas arpías sin corazón que juegan con los hombres, que histeriquean, que manipulan intentando tenerlos a sus pies.
Años siendo una persona medianamente equilibrada (en mi relación con ellos, no en mi vida), una persona que dice lo que quiere y cómo lo quiere, que se enamora hasta las trancas y lo demuestra, que intenta cambiar lo que duele y hace daño a la otra persona.
Pero según la opinión pública no me he transformado ni en una ni en otra, sino en una devora-hombres que tiene demasiadas relaciones, que alardea sobre ellas, que se parece más al prototipo de hombre ganador/mujeriego de lo que debería, porque es una mujer.
Una mujer que debería mantener su reputación, tener cuidado con lo que habla en ciertos lugares, que no tiene derecho a quejarse si sus “múltiples” relaciones la ponen en situaciones comprometidas.
Lo más doloroso es que los reproches vienen de alguien que estuvo del otro lado, que yo creía que me entendía y me aceptaba como ningún otro, alguien al que le gustaba que fuese como soy, con el que comparaba a todos los otros en materia de tolerancia.
Las cosas cambian.
Si sabes lo que haces y por qué lo haces, ni puñetero caso.
ResponderBorrarYo también me siento así, pero supongo que es el precio.
No sé nada ni de como eres en las relaciones amorosas, ni del origen de esos reproches. Pero leyendo la entrada así sacada de contexto me suena a algo que solamente diría un ex. Mi consejo es que no deberías darle más importancia de la que tiene.
ResponderBorrar(Yo sigo diciendo que nadie tiene derecho a decirte lo que deberías hacer, y que lo comprometido de esas situaciones está mucho más en tu cabeza que en la propia situación).
ResponderBorrar(Y va por las dos).
Ya sabes lo que opino. Estoy de acuerdo con Sumomo, pero también con Frizork. Nunca vas a poder evitar ese tipo de reproches entrecomillados y que la gente pretenda sentar cátedra sobre eso y sobre otras muchas cosas, pero hay que darle la importancia que tiene y ahora mismo no creo que debas concederle demasiada, aunque eso queda a tu entero criterio. También sabes lo que opino de las teorías de mercadillo.
ResponderBorrarSi cuando te levantas por la mañana te puedes mirar al espejo sin problemas es que no lo estás haciendo tan mal. Digo yo, vamos.
Me he tenido que defender de acusaciones como esta antes, y lo hago sin problema y sonriendo.
ResponderBorrarPero lo que me jodió fue quién lo dijo.
Lo hablamos y está todo arreglado.
Sigo con mi vida y él sigue en mi vida, así que bien.
Pero no tiendo a retractarme públicamente: lo que escribo lo hago en un momento porque lo siento así. Si dos días después sé que malinterpreté las cosas, eso no va a cambiar nada en el blog.