Pasamos nuestro último día juntos.
Vimos series, nos reímos, fuimos al cine, caminamos de la mano, compramos la última tarrina de helado de chocolate de todo el supermercado, nos dimos sorpresas mutuamente, nos besamos, nos dormimos tarde, muy tarde, abrazados y hablando.
Y hoy lloré cuando me subía al autobús. A pesar de volver a verlo en un mes y medio.
Nunca me pasó de despedirme por tan poco tiempo (dentro de lo mucho que en realidad es).
Mis despedidas suelen ser hacia el infinito, sin fecha fija, sin límite.
Pero ya no dormiré con él pegado a mi espalda, ya no compartiré mi helado con nadie, ya no discutiremos sobre a quién le toca decidir.
Nuestra vida se acabó, aunque dentro de un mes y medio vuelva a ser su invitada, vuelva a quejarme de su termo que funciona raro y de su internet robado.
Supongo que todo se resume en dos palabras:
Lo quiero.
Y no, sé que no es para siempre.
Pero a los 22 años no busco un "para siempre", busco un "hasta que dure".
Hasta que te de por otro la semana que viene
ResponderBorrarFrank
None of your bussiness.
ResponderBorrarYo ya he dejado de buscar un "para siempre", e intento contener mis fases de ansiedad para que duren. ._.
ResponderBorrarBtw don't feed the troll.