Pequeñas cosas

Hay algunas pequeñas cosas que me maravillan y fascinan, como


soñar con una persona a la que querés y extrañás mucho y despertarte a su lado y contarle, medio dormida, que acabás de soñar con él

recibir un mensaje de una amiga sintiéndose mal por no haberse acordado de preguntarte qué tal el examen cuando en realidad ni te habías dado cuenta de que no te lo había preguntado

mi extraña y terrible facilidad para meterme en la boca del lobo, dejar que me engulla y sonreír mientras tanto

creer que conocés a alguien simplemente por leer una fracción de su vida

sentirme terriblemente feliz un sábado de luna casi llena a las 4 de la mañana, "meando con una de tus mejores amigas" y sacándole fotos a la luna después

lastimarme los pies mientras salto y golpearme la rodilla al tirarme al suelo para reírme mejor y que no me importe nada de nada

saber exactamente qué cara está poniendo otra persona a la distancia, y escuchar su voz mientras leés sus palabras

cuánto podés querer tanto a alguien que no es de tu familia, simplemente porque te hace falta un primito

poder imaginar un futuro al lado de alguien y a la vez imaginar qué harás cuando ya no estés con ese alguien

dormir con una amiga y al despertarte, mirarla y decirle lo preciosa que está recién levantada

tu pelo bajo el sol

la simpatía del que antes ni te miraba y ahora se ríe con vos

saber que esa media naranja que todo el mundo busca desesperadamente está ahí, al alcance de tu mano y que encima quiere acercarse, pero no moverte porque te da miedo que no sea ÉL realmente

las llamadas perdidas inesperadas que te hacen sonreír y, a la vez, sospechar un poquito

recordar momentos preciosos y significativos, con todas las sensaciones y sentimientos de ese momento

saber que esto que siento ahora mismo, este sentimiento de plenitud y felicidad, y este amor por las personas de mi vida es lo mejor que me pasó en mucho tiempo

hablar con mis amigos sobre el futuro, el pasado y nosotros, y dejar que las horas pasen y pasen sin darnos cuenta, mirándonos a los ojos y riéndonos

la risa. Simplemente la risa de todos y de cada uno, de mi misma. Las risas compartidas, las que te sorprenden, las que reconocés al instante, de las que te reís